Los paisas

Hernán Peláez Restrepo
07 de octubre de 2018 - 09:00 p. m.

El clásico paisa, con asistencia cercana a los 30.000 espectadores, resultó una evaluación clara del momento de Medellín y Nacional.

El Nacional de hoy no tiene vínculos con aquellas formaciones recientes de Osorio y Rueda. No juega sino que lucha y ofrece un divorcio palpable entre los supuestos organizadores del medio campo y los repetidos movimientos de Dayro Moreno, para mencionar al más asociado con el gol.

Es demostrativo el caso de Yerson Candelo. Ingresó por Castellani, lesionado y amonestado en apenas 15 minutos de partido, y no aprovechó la ocasión, resultando relevado en el segundo tiempo. Ni sombra del jugador que comenzó llamando la atención en el Cali. Su ida a México, como a tantos otros, le representó un buen ingreso económico, aunque un descenso marcado en su rendimiento. El problema de Nacional, visto por estos días, es el desorden en sus ideas de ofrecer un juego efectivo. Como si el espíritu ganador hubiese desaparecido. El desfile de integrantes de menor calidad como Torres, Mafla, Lenis, que ya no figura, y los foráneos, contribuye a proyectar la famélica imagen del momento.

Dicho más claro, el plantel de Nacional cobra y gana salarios grandes y cumplidamente sin ofrecer respuesta alguna en el terreno de juego. Y si el problema era Almirón, ¿cuál es la causal ahora? Creo que los jugadores perdieron confianza en sí mismos.

En cambio, Medellín superó la ausencia de Didier Moreno, un volante de influencia comprobada. Pasaron unas fechas intentando descubrir al reemplazante o la forma de disimular su importancia y parecen haberlo logrado. Porque Andrés Ricaurte, con fluctuaciones en su aporte, es sin embargo el llamado a conducir y crear, con sus pases en profundidad, opciones para Cano y Caicedo. Si Ricaurte está bien respaldado y protegido por jugadores-trabajadores, es seguro el aprovechamiento de su talento y técnica.

Medellín, al igual que Nacional, arma sus grupos con varios juveniles en trance de ser figuras. La gran diferencia está en la cuota de entrega, combatividad y solidaridad, en la que Medellín en este clásico fue muy superior a Nacional. Victoria justa del Poderoso, así el segundo gol del DIM haya tenido un fuera de lugar de Caicedo. Jugada de área sutil, de responsabilidad absoluta del juez lateral. Con constancia, Medellín ganó. Nacional debe pedir a Alexis Henríquez, capitán y vocero del grupo, que haga un llamado serio a jugadores que tienen un buen pasar en billete, pero están idos de sus obligaciones en el campo de juego.

 

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