Periscopio cultural

Los que se fueron en la música clásica

Manuel Drezner
02 de enero de 2020 - 05:00 a. m.

El año 2019 trajo una serie de pérdidas en el campo de la música clásica y, a falta del oportuno obituario, es bueno rememorar a algunos de los que se fueron. Entre ellos están dos pianistas que fueron frecuentes visitantes de Bogotá, Jörg Demus y Paul Badura-Skoda. Este último, gran ajedrecista, en sus visitas no perdía ocasión de buscar a Boris de Greiff para jugar unas partidas con él. En el campo de los compositores es triste la muerte de Mario Davidovsky —argentino pionero en la música electrónica— y de dos que estuvieron a medias aguas entre lo clásico y lo popular, Michel Legrand —autor de la música de más de 200 películas— y Jacques Loussier —este último, recordado por sus interesantes arreglos de obras de Bach para jazz—.

Otros desaparecidos en el año fueron el violinista Aaron Rosand, la soprano Jessye Norman —quien también estuvo en Bogotá en un inolvidable concierto— y dos grandes cantantes, Peter Schreier y Rolando Panerai. También murieron importantes directores de orquesta, entre ellos André Previn —uno de los maridos de Mia Farrow— y Raymond Leppard —gran intérprete de los barrocos y que revivió muchas de las óperas de esa época—.

Dos directores escénicos que hicieron importantes montajes operáticos, igualmente idos el año pasado, fueron Franco Zeffirelli —que hizo presentaciones espectaculares de algunas de las grandes óperas del repertorio— y su contraste, Jonathan Miller —quien fue uno de los que comenzó la desafortunada tendencia de hacer montajes donde no se respetan para nada los deseos de los creadores—.

Estos son los principales y no es aventurado decir que sus muertes han dejado un vacío en el mundo musical.

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