Los retos de Claudia

Después de una extenuante campaña para la Alcaldía, Claudia López fue elegida, con una mayoría abrumadora, como la primera mujer alcaldesa de Bogotá.

He conocido a Claudia por razones profesionales. La he entrevistado en varias oportunidades. Incluso en alguna ocasión en Mesa Blu hablamos de su vida desde que nació en una familia muy humilde y vivió en barrios populares. Hablamos de sus hermanos, de su madre —una mujer maravillosa—, que fue el ejemplo permanente para la nueva alcaldesa.

Durante esa entrevista conocí mejor a Claudia, una mujer que se ve dura por fuera, pero con un corazón inmenso. Lloró ese día, todavía recuerdo, y me hizo llorar a mí. Claudia se ha hecho a pulso, con disciplina, trabajo, honestidad, esfuerzo y muchos sacrificios.

Además, no le ha tocado fácil porque muchas personas la han tratado de discriminar por sus preferencias sexuales. Eso lo he sentido yo también, pero no voy a hablar de mí. Claudia tiene una pareja maravillosa, Angélica Lozano, quien ha sido su apoyo incondicional por 4 años y quien es además otra mujer con todos los quilates. Así lo ha demostrado durante su carrera política.

Tiene la nueva alcaldesa unos retos enormes por delante. No encontrará una ciudad caótica como le tocó a Peñalosa. Hay abiertos 2.500 frentes de trabajo, inversiones por $48 billones y una ciudad con recursos. Llegará pues Claudia a construir sobre lo construido y, ciertamente, no se meterá en obras, contra las que me he opuesto, como el Transmilenio por la carrera Séptima.

Pero fuera de los retos administrativos, Claudia tiene otra responsabilidad enorme: de su gestión como alcaldesa de Bogotá dependerá el futuro de las mujeres colombianas en la política. Aun la suerte de la misma Claudia, que de hacer bien las cosas, quedaría sin lugar a dudas lista para ser la primera presidenta de Colombia. Y detrás de ella otras mujeres.

De todo corazón y con el mejor ánimo constructivo le deseo a Claudia lo mejor. Si bien mi opinión no es importante, desde ya anunció que voy a apoyar a la alcaldesa López en todas aquellas decisiones que sean beneficiosas para la ciudad y sus habitantes. Si ella continúa con lo bueno de Peñalosa, con el espíritu que ha mostrado desde su elección hace una semana, la apoyaré con el mejor ánimo constructivo para que le vaya bien. Si ella hace una buena alcaldía, Bogotá podrá seguir con el rumbo que había perdido con las alcaldías de Samuel Moreno y Gustavo Petro, y que Peñalosa logró enderezar.

Claudia López, como dije, tiene unos retos enormes, pero tiene, igualmente, todas las calidades para hacer una gestión excelente. Ojalá no se deje distraer por las redes y por las opiniones destructivas. Que se concentre con tesón en su trabajo sin casar peleas innecesarias con sus detractores de oficio.

Buen viento y buena mar para la nueva alcaldesa, que le vaya bien y que su gestión pase a la historia. Le deseo mucha suerte, señora alcaldesa, y que Dios la bendiga. ¡Así sea!