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Más allá de la confianza

Felipe Jánica
12 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

Se dice que en los negocios lo más importante es la confianza. Una confianza holística, sin embargo, podría tener varios matices. Uno de ellos es ver desde qué lado se observa sin sesgos o prejuicios, es decir, ser coherentes con la definición de las estrategias y el propósito de las compañías. Si nos ponemos en los zapatos de los clientes, seguramente nos encontramos con los desafíos más importantes, pues ganarse la confianza de los clientes o consumidores dependerá no solo de la calidad del producto o servicio sino de la trascendencia de la compañía con todos sus interesados claves (stakeholders). Ese es precisamente el camino que las compañías, cualquiera que esta sea, deben buscar con mucha prudencia y firmeza. Para ello, es necesario definir quiénes son sus interesados claves y cómo se están comportando con ellos. En la medida que se encuentre una forma de medición de la relación de retorno de inversión a cada uno de los stakeholders, la compañía podrá tener seguridad razonable sobre el logro de sus objetivos en el largo plazo.

La confianza inversionista es quizá otra de las formas de mantener la coherencia. Por un lado, están los líderes empresariales, que intentan generar confianza con sus inversionistas, y, por otro lado, están los inversionistas tratando de buscar la medida perfecta de su retorno de inversión. Por alguna razón, en los últimos años, el retorno de inversión ha sido el caballo de batalla tanto de los inversionistas como de las compañías objeto de inversión. Sin embargo, poco se había discutido o por lo menos poca importancia se le daba a un retorno de inversión perdurable. De ahí que muchas economías sufrían males endémicos financieros como el de los capitales golondrinos que buscaban un retorno elevado, pero en el corto o muy corto plazo. Justo eso es lo que ahora comienza a cambiar. La búsqueda de capitales y sus retornos en el largo plazo está prevaleciendo cada vez más y con mayor regulación por detrás. Así las cosas, las compañías e inversionistas que solo piensen en buenos retornos de inversión y que estos se obtengan en el corto plazo aceleran su posibilidad de fracaso empresarial.

Según la encuesta de EY a los principales inversionistas, el retorno de inversión ahora se está analizando no solo desde el punto de vista cuantitativo. El desempeño empresarial se está analizando a profundidad con la coherencia de las estrategias empresariales. Sobre todo, con un sentido holístico en el que se incluya la medición del desempeño social, ambiental y de gobernanza o gobierno corporativo. Evaluar el valor intangible, es decir el desempeño no financiero, recobra un valor representativo para la longevidad empresarial, por ejemplo. La encuesta también puso de manifiesto la creciente falta de correlación entre el mayor enfoque que los inversionistas le están dando a la evaluación del desempeño ESG (ambiental, social y gobierno corporativo, por sus siglas en inglés) y la disponibilidad y solidez de información no financiera rigurosa y estandarizada por parte de las empresas. Cuando se les preguntó sobre los desafíos con respecto a la utilidad y la efectividad de la información en materia de ESG que actualmente se presenta, el 46% de los inversionistas señalaron que el mayor reto es la falta de correlación entre la información ESG y la información financiera general. Entre los demás desafíos señalados por los encuestados se encuentran: falta de información en tiempo real (41%), falta de información sobre la forma en que la empresa crea valor a largo plazo (41%), falta de revelaciones prospectivas (37%) y falta de enfoque en los asuntos que realmente importan (37%).

Los inversionistas están deseosos de contar con una óptica independiente para evaluar el desempeño ESG, pues el 75% de los encuestados afirmaron que considerarían de utilidad poder contar con algún tipo de aseguramiento con respecto a la solidez de la planeación en torno a los riesgos climáticos de las organizaciones. Los inversionistas también señalaron que existe la gran necesidad de generar confianza en las revelaciones sobre las inversiones “ecológicas”, por lo que el 82% afirmó que también sería de gran utilidad contar con algún tipo de aseguramiento independiente con respecto al impacto de tales inversiones. Estos hallazgos demuestran que, a los ojos de los inversionistas, hoy es más importante que nunca abordar las amenazas ambientales y el cambio climático. A pesar de que muchas organizaciones están luchando por responder a la crisis como resultado de la pandemia de COVID-19, aquellas que cuentan con funciones sólidas de sostenibilidad enfocadas en lo que es más importante para alcanzar el éxito a largo plazo tendrán mejores posibilidades de repuntar una vez que termine la crisis y de crear valor a largo plazo. Así las cosas, la generación de confianza y que esta se base en crecimiento sostenible en el largo plazo, incluyendo aspectos ESG, será fundamental para los stakeholders.

En Twitter: @JnicaV

 

Atenas(06773)12 de octubre de 2020 - 03:18 p. m.
Este tipo columnas de opinión, hoy en la misma línea con Indalecio D. , debería ser el norte periodistico de EE, pues se ocupan de cómo llenar llenar el vaso, y no de cómo escasearlo, q' es la tarea máxima en cualq. Estado a objeto de enfrentar las urgencias sociales y económicas, materias prioritarias en tan urgidos momentos de la humanidad. Así se enseña a pescar y no a esperar el pescado.
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