Más de lo mismo

Jaime Arocha
26 de marzo de 2018 - 09:00 p. m.

El 11 de marzo voté en la mesa 13 de La Calera por Rudecindo Castro —Yuya— como representante por la circunscripción especial de comunidades negras. Sin embargo, mi voto no quedó registrado. Los escrutadores, ¿anularían mi escogencia? A Yuya lo apoyaron unos mil votantes, pero no de miembros del Consejo Comunitario del Baudó que lo avaló. En varios sitios de ese valle chocoano, la gente fue clara al preguntarle cuánto ofrecía por voto, pero Yuya no se alió con esas maquinarias tan dependientes de los dineros de la coca, el tráfico que seguirá postrándonos en la violencia y la degradación.

Para superar ese destino, el candidato Iván Duque anunció en Washington que reactivará la fumigación de cultivos de coca. Hacer lo mismo no produce resultados diferentes, como se aprecia en Deep Web (Red Profunda), el documental de Alex Winter. Demuestra que hoy en Estados Unidos se multiplican los distribuidores de toda clase de drogas mediante la Red Profunda, ese modelo de Internet caracterizado por códigos de encriptación muy perfeccionados que se combinan con el uso de bitcoins para garantizarles el anonimato a los compradores clandestinos. Uno de los entrevistados sobre ese fenómeno fue Neil Franklyn, Director de Law Enforcement Against Prohibition (Cumplimiento de la Ley Contra la Prohibición). Para él la prohibición hace que la guerra contra las drogas sea más violenta, al mismo tiempo que fortalece sectores como el de la Corporación Carcelaria Americana. En 2014 repartió entre sus accionistas dividendos por US$675 millones. Esas cárceles —más que todo para gente negra y latina—, a su vez, nutren la industria multimillonaria de la experimentación con nuevos medicamentos. Chantajea a los detenidos, amenazándolos con negarles la libertad condicional. A estos subproductos de la guerra contra las drogas debe añadirse la expansión ilimitada de burocracias estatales como la DEA y el FBI.

Deep Web también es relevante con respecto a la coyuntura actual de la violación de la intimidad individual por parte de Facebook y Cambridge Analytica para manipular emociones y así sesgar el voto a favor de Donald Trump. Uno de los antecedentes de la Red Profunda consistió en los diseños de los cypherpunks de California, genios matemáticos que hacia 1990 crearon algoritmos para salvaguardar la identidad de los usuarios de la red. El aparato militar los perfeccionó, y hacia 2010 ya eran accesibles para periodistas, disidentes y hasta públicos amplios mediante el programa TOR al cual se podía acceder desde Youtube. Silk Road, la Ruta de la Seda, fue la primera eBay para la venta de alucinógenos que aprovechó las ventajas de la Red Profunda. En 2013 capturaron a Ross Ulbrich, físico e ingeniero brillante de 29 años, uno de los administradores de la Ruta. Capturado Ulbrich, han surgido cientos de rutas de la seda. Del aguacate, los gringos pasaron a un guacamole tan amorfo y disperso que su represión involucrará aún más recursos y violencia. Ojala el candidato del CD viera Deep Web y reflexionara si las fumigaciones —como parte de más de lo mismo— serán efectivas para acabar con los comercios ilícitos.

* Miembro fundador, Grupo de Estudios Afrocolombianos, Universidad Nacional.

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