Más Duque que Petro

Las maquinarias, las de Vargas Lleras, no funcionaron o, mejor, se le agregaron a Duque; las encuestas acertaron; la opinión no ganó, pero sentó un importante precedente; fracasaron los pronósticos basados en redes y los otros; Uribe pondría presidente; Santos, el gran derrotado.

La participación estuvo por encima de las cifras esperadas, pero, estando por encima de las elecciones de Congreso, no fue tan atípica y más bien parecida a la primera vuelta de las presidenciales del 98.

Tal como se preveía desde hace dos años en esta columna, tendremos segunda vuelta. Aunque la votación de Duque fue significativa, no alcanzó las cifras de su mentor, el expresidente Uribe, en las elecciones de 2010 y 2014 cuando logró ganar en primera vuelta.

Las encuestas estuvieron cerca de los resultados, teniendo en cuenta que la última (Invamer) se realizó del 12 al 16 de mayo. Esta encuesta midió Duque, 41,5%; Petro, 29,5%; Fajardo, 16,6%; Vargas, 6,6. Un promedio de esta y la de Guarumo acierta en el resultado de los dos que pasarán a segunda vuelta.

Esas mismas encuestas pronosticaron que Duque derrotará a Petro en segunda vuelta, pero por un margen inferior a cinco puntos, lo que hace presumir una definición apretada.

A la luz de estos resultados, se confirma la resurrección de la polarización observada en el plebiscito y que alcanzó a disminuir su volumen luego de firmados los acuerdos con las Farc. Quienes participaron en las consultas de marzo y las utilizaron para promover sus aspiraciones son quienes pasarán a segunda vuelta en perjuicio de quienes no lo hicieron.

Fajardo, luego de liderar todas las encuestas, comenzó a perder después de la selección de vicepresidenta, las mayorías que tenía en Antioquia y el Eje Cafetero que se alinearon con Duque. Por otra parte, sus simpatizantes de la izquierda, comenzando por los verdes, se deslizaron hacia Petro encabezados por la candidata Robledo. Le hizo falta la alianza con De la Calle. Con todo, recuperó terreno en esta última semana y su postura será definitiva en segunda vuelta.

Por su parte, De la Calle no logró unificar al liberalismo, cuyos votos se difuminaron entre los diferentes candidatos más opcionados. Mientras tanto, otra corriente históricamente importante, el conservatismo, mayoritariamente respaldó al candidato Duque.

El candidato Vargas Lleras, inicialmente el más opcionado, sufrió el desgaste de su ambivalencia frente a temas trascendentales como los acuerdos con las Farc. Para los electores resultó complicado comprender que luego de varios años en un gobierno en el que participó como ministro y vicepresidente se “atravesara” a los acuerdos. Más complicado, que luego de ello fuera, en la práctica, el candidato del presidente Santos. En un entorno polarizado parecía como si reclamara un centro ya ocupado por Fajardo y De la Calle, mientras los extremos los tenían Duque y Petro. Error.

Aunque no se puede afirmar que los votos son endosables, tienen la palabra los dirigentes derrotados en la jornada de hoy. La segunda vuelta estará influenciada por factores como las expectativas de la economía y las percepciones que en torno a ella generen los candidatos, el espejo indeseable de la situación en Venezuela y los hechos que tienen en vilo los acuerdos con las Farc. Declaraciones a favor o en contra de personajes como el presidente Trump, Maduro o las Farc tendrían un efecto contrario dada su alta impopularidad.

Petro insistirá en su confrontación al “establecimiento”, estrategia que le ha dado sus mejores dividendos y lo llevó a segunda vuelta. Para Duque se trata de recoger los sentimientos partidistas y afectos de quienes no se han encontrado tan cerca del expresidente Uribe hasta ahora, sin descuidar a sus “fieles”.

Tiene más posibilidades matemáticas Duque que Petro, pero ganará quien menos errores cometa e interprete mejor las cambiantes circunstancias. En apenas 20 días lo sabremos.

@herejesyluis