Mientras avanza

Hernán Peláez Restrepo
24 de septiembre de 2018 - 09:00 p. m.

Parece incontenible la velocidad que vienen desarrollando la FIFA y el fútbol mismo. La máxima entidad, aparte de contar cada día con más adeptos al VAR, incluyendo a nuestro fútbol, tiene en estudio un plan novedoso para acertar en la fijación de los valores de transferencia de jugadores, palabra más elegante y disimuladora para la compraventa de pases.

La FIFA tiene un grupo asesor externo que con un algoritmo puede acertar en cuanto al valor de la transferencia. Hoy en día, los clubes o equipos fijan los precios de acuerdo a la demanda del mercado mismo o tal vez por una apreciación muy subjetiva. Esto que está en remojo o estudio acopia muchos datos, como la edad del futbolista, su trayectoria, rendimiento en juegos, cuántos kilómetros corre, cuántas calorías consume, cuánto tiempo descansa, etc., etc. Hasta los mínimos detalles intrascendentes alimentan el estudio y mediante un algoritmo perfilan el valor del pase. Han estudiado más de 5.000 transferencias y ya poseen pistas de aproximación.

Un ejemplo es éste: el estudio en el caso de Cristiano Ronaldo arrojó que el pase valdría 104 millones de euros. Juventus pagó 100 millones. Estuvieron las cifras muy cercanas.

Ahora bien, el proyecto encierra un mico. Volviendo al caso de CR7, si Juventus hubiese abonado 150 millones, el valor por encima del algoritmo lo pagaría el equipo a la FIFA e iría a un fondo de formación. Serían, pues, 50 millones que no irían al club vendedor. Esa idea está en veremos y es cuestionada.

Mirando el campo nuestro, el problema arbitral sigue cojeando. Jugaban Cali y Tolima, ganaba el vinotinto 1-0, haciendo muy buen trabajo en campo. El auxiliar o juez de línea Clavijo, el mismo que hizo fracasar a Roldán en el Mundial de Brasil 2014, invalidó una acción de gol legítima al Tolima. No había ni fuera de lugar ni el balón había salido y Manga Escobar, quien participaba en la jugada, siguió en ella. Se presentaron dos rebotes, uno de ellos en Camilo Vargas, y finalmente Marco Pérez anotó con jugadores (dos) del Cali dentro del arco. Clavijo amagó arrancar hacia el centro convalidando la acción, pero se arrepintió. ¿Por qué? Quizá porque no sabe.

Y para no olvidar el asunto del técnico para Colombia, es evidente que la Federación hace un ahorro de seis meses, mal contados, puesto que el salario que le abonarán a Arturo Reyes no es ni parecido al compromiso contractual con José Pékerman. Economistas que son.

 

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