Migración venezolana y economía

José Roberto Acosta
21 de septiembre de 2019 - 03:00 a. m.

Según el DANE, han sido 1.641.000 venezolanos los que han llegado para quedarse en Colombia en los últimos cinco años, de los cuales la mitad han llegado desde mayo del año pasado. De ellos 1.050.000 ofrecen su mano de obra, ubicándose con trabajos aceptables 222.000, 627.000 en la informalidad y 201.000 en el desempleo.

Esta nueva población permanente ha generado presiones sobre los servicios públicos de educación y salud, en el cual solo registran afiliación y aporte el 18,7 % de los inmigrantes, poniendo a prueba a nuestro sistema de seguridad social y por ese canal, a nuestra finanzas públicas, obligando a una “flexibilización” de la regla fiscal para adaptarse a las nuevas circunstancias demográficas.

29 % de estos venezolanos reportan no tener ningún nivel educativo, 25 % apenas formación básica primaria, 7 % segundaria, 25 % educación media y solo el 8 % educación superior y postgrado, así que su aporte a la economía en cuanto a capital humano es muy limitado.

En su mayoría, los venezolanos ocupados ganan entre medio y un salario mínimo al mes; sin embargo, su aporte a la demanda agregada de la economía se ha reflejado en el sostenido incremento del gasto de los hogares a nivel nacional que reporta la firma Raddar, y que en el pasado mes de agosto contabilizó $58,1 billones, creciendo el 6,3 % en términos reales respecto al mismo mes del año pasado y convirtiéndose en el mejor dato de los últimos 44 meses. Según Raddar la migración se suma como factor dinamizador del gasto, junto con la expansión del crédito bancario y el aumento de las remesas de colombianos en el exterior.

Las cifras muestran que, por calidad de trabajo y remuneración, Colombia no ha sido generosa con los venezolanos, dados los problemas estructurales de nuestro mercado laboral que ni siquiera puede atender a la población local. También explican parte del ajuste al alza del producto interno bruto en el primer semestre de este año, gracias a la nueva demanda de alimentos por parte de los migrantes. Pero este choque positivo en el consumo puede ser pasajero, ya sea por que muchos siguen de largo hacia otros países o por que difícilmente su ingreso podrá aumentar, provocando un estancamiento en los índices de crecimiento a partir de ahora y golpeando aún más la ya deprimida confianza del consumidor ante un Gobierno despistado.

@jrobertoacosta1; jrobertoacostaopinion@gmail.com

 

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