Milllonarios 2020

Antonio Casale
21 de enero de 2020 - 03:00 a. m.

Todos quisiéramos que los equipos grandes de Colombia hicieran lo que hacen los grandes: invertir altas cantidades de dinero para traer jugadores de talla continental. Total, Millonarios es grande. Pero es importante reconocer el tamaño del fútbol local. Este año se duplicaron los premios a quienes participan a partir de fase de grupos en la Copa Libertadores y esos US$3 millones marcaron la diferencia entre quienes pudieron invertir grandes sumas en reforzarse (América y Júnior) y los que no. 

Nuestro fútbol es pobre. Acaso más pequeño que el tamaño de la economía de nuestro país. Las razones son muchas y las hemos ampliado en numerosas oportunidades, pero basta recordar que aquí los patrocinios, derechos de TV y otros ingresos que consiga la Dimayor se reparten en partes iguales. Recibe lo mismo el Unión Magdalena que Atlético Nacional. Es decir, todos reciben poco y los chicos utilizan lo poco que reciben en otras cosas distintas al deporte mismo.

El fútbol colombiano, a pesar de lo que parece, no es exportador por excelencia. Apenas Júnior y Nacional sacan jugadores y los cazadores de talentos de los grandes del mundo se están llevando a los mejores antes de que debuten en primera. Entonces los clubes que les apuestan a sus canteras no tienen o no saben cómo sacarles provecho. Dentro de ese panorama se tiene que mover Millonarios, que este año competirá con una nómina inferior en nombres a las de América, Nacional y Júnior, sus principales rivales, lo que no quiere decir que no los pueda vencer en la cancha.
Millonarios ha apelado de nuevo a la fórmula de traer a un gran entrenador para que potencie sus herramientas. Así logró un título con Miguel Ángel Russo, pero así también se quedó por fuera en tres de las últimas cuatro definiciones.

Pero esta vez contrató a Alberto Gamero, quien aparte de ser adorado por la hinchada, gracias a su pasado como jugador albiazul, es el especialista por excelencia en sacar lo mejor de futbolistas normales.

Así, Gamero con su buen ojo, puesto a prueba en el club de sus amores, trajo futbolistas para cubrir las posiciones en las que puntualmente el año pasado se cometieron los errores más graves. Defensas centrales y volantes de primera línea. También reemplazó a uno de los pocos puntos altos del año pasado, Juan David Pérez, y podrá disfrutar del regreso de Ayron del Valle. Con su fútbol simple, pero bien ejecutado, Gamero intentará estar a la altura de lo que exige la historia. Ojalá lo logre. Millonarios, dentro de sus posibilidades, hace apenas lo justo para afrontar el 2020.

 

 

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