Mis dudas sobre la educación virtual en tiempos del COVID-19

Óscar Sevillano
23 de abril de 2020 - 05:00 a. m.

Para mitigar el impacto negativo que la pandemia del COVID-19 tendría en el calendario académico en los colegios, el Gobierno Nacional acudió a las clases vía internet y en algunos casos a través de la radio.

La solución es buena para ciudades principales y algunos municipios, pero no para los territorios apartados y mucho menos para veredas de los departamentos como el Chocó, Vaupés o Guainía, donde la señal de internet es casi que nula. Es por esto que el Gobierno Nacional debe sentarse a reflexionar si la solución a este asunto aplica para todo el país.

Es un secreto a voces que en ciudades como Bogotá, por ejemplo, hay mucha pobreza escondida, especialmente en el estrato 3, donde se puede encontrar una casa de dos o tres pisos, donde viven cinco o seis familias en condiciones de hacinamiento, cada una con tres, cuatro y hasta cinco hijos. En estos hogares, si hay dos computadores, exagero. La pregunta aquí es: ¿cómo hacer para que todos los menores puedan acceder a las clases virtuales, que generalmente se hacen a la misma hora?

En el caso de que se acuda a la estrategia de dejar guías en las plataformas virtuales para que los alumnos las descarguen, la pregunta es: ¿hay espacio para que un menor pueda ingresar a la red de internet y realizar su trabajo, sin que moleste el tiempo del resto de niños que en una misma casa deben ocupar el computador?

Si hablamos de los estratos 2 y 1 en Bogotá, la situación puede ser mucho peor, porque no en todas las casas hay computadores conectados a internet. Tampoco es posible desde un celular, porque no todos están en plan pospago y, así lo estuvieran, el esfuerzo que deben hacer para realizar un trabajo desde un dispositivo como este es enorme.

Pero ahora hablemos de los niños y adolescentes en veredas. ¿Tendrán las facilidades necesarias para acceder a unas clases por internet? ¿Es posible que un menor en una vereda del Chocó, Nariño o Caquetá, por ejemplo, pueda realizar una tarea bajo esta modalidad de educación?

Lástima que en los espacios de televisión en los que habla el presidente de la República, entrevistando a sus ministros y funcionarios para que estos alaben y aplaudan sus decisiones, no haya espacio para preguntar, libremente, si al interior del Gobierno Nacional se han dado a la tarea de analizar y reflexionar si resulta lógico aplicar estas medidas, en un país donde el salto a la tecnología es bastante pobre. Pero, sobre todo, ¿cómo se están realizando las clases en veredas y municipios apartados donde no existen las condiciones adecuadas en materia de conectividad para recibir una educación virtual?

No todos los territorios del país cuentan con una adecuada conexión a la red de internet, y es muy difícil que a estas alturas de la vida un menor se siente a escuchar un programa radial sin que se distraiga su atención en otra cosa. Para estos lugares, el modelo de clases escolares que aplica es el presencial y no es extraño que por el riesgo de contagio del COVID-19 se hayan suspendido.

Sí sería bastante doloroso que el presidente y su ministra de Educación le estén mintiendo al país, haciendo creer que niños y jóvenes continúan con sus clases normales vía internet, cuando es conocido por todos y por todas que hay municipios y veredas donde la señal es nula.

Cambiando de tema, el presidente autorizó el retorno del sector de la construcción y la manufactura a la economía. Pregunto: ¿cómo harán las empresas manufactureras para producir y producir, sin vender? ¿Es acaso una estrategia del Gobierno Nacional para forzar el regreso del comercio? ¿No dizque es más importante la vida?

@sevillanoscar

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