Mockus, el presidente paralelo

Arturo Guerrero
16 de marzo de 2018 - 06:35 a. m.

En las cuñas de radio por Antanas Mockus se oía como música de fondo el estribillo ¨Llegó el día, llegó, llegó¨. Quienes vivieron la Ola Verde de 2010 recordaron la figura de sombrero negro recortado del cantante y compositor colombiano Mil Santos y de la alemana Nicatea. Estos hicieron saltar aquella Ola.

Perdida la presidencia, los analistas de entonces decretaron la muerte definitiva de ese sueño. El Parkinson del candidato, además, hizo que el entonces presidente finquero lo despreciara por ser ¨un caballo lisiado¨. 

Pues bien, ocho años después el exalcalde Mockus acaba de triunfar contra toda esperanza. En la capital, que gobernó dos veces, obtuvo 126 mil votos más que el propio Uribe. En el país, con medio millón y pico, fue el segundo senador más votado después del expresidente.

Ni sus copartidarios verdes ni él mismo soñaban semejantes guarismos. ¨Fue un batatazo¨, le confesó a Vicky Dávila. ¨Hay seres humanos que despiertan admiración. Uno no puede maquillarse de honestidad¨, le explicó a Yamid Amat. ¨Mockus es el Stephen Hawking de la política colombiana¨, definió en un foro periodístico Óscar Mauricio Triviño en oportuno lance.     

De modo que ni la Ola Verde con sus girasoles había muerto ni el caballo estaba para siempre lisiado. El presagió de Mil Santos se cumplió. La historia demostró ser una chica impredecible. La gente no olvidó, más bien agudizó su olfato de cazadora de talentos.

La cultura ciudadana, la hora zanahoria, las cebras, las pirinolas, los mimos, el matrimonio en un circo fueron los juguetes de este hombre atravesado de niño que en sí mismo es un símbolo. La vida es sagrada, los recursos públicos son intocables: estos lemas dejaron en la lona la viejísima urbanidad de Carreño.

Ahora avanza con nuevos chispazos. Quiere que se unan Fajardo y De la Calle y que para escoger cuál de los dos será presidente y cuál vice, se vayan a un parque y le pregunten al primer niño que aparezca: ¨que los niños escojan¨. No tiene problema en arrodillarse, suplicante, ante estos colegas, sus pares, para que depongan orgullos.

Retomando el lenguaje de su época más feliz, la rectoría de la Nacho, sentencia que ¨a Uribe hay que graduarlo¨, es decir mandarlo para la casa. En un tuit dice que contra la cultura del miedo y contra estar atrapados entre Duque y Petro, se debe ¨escribir un cuento más bonito¨.

Está curado de espantos. Ante la confesión de cantidad de personas que le gritan ¨me hubiera gustado más de presidente¨, Mockus saca de la manga la siguiente ocurrencia: ¨No voy a ser más presidente de lo que he sido hasta ahora¨. Y aclara que en sus alcaldías, con sus mimos, ejerció ¨una forma de gobierno que gobernó al lado del presidente oficial¨.

Proclamando ¨una política sin saña¨, se esfuerza por ¨fortalecer el centro¨, por ¨contar un relato nuevo´. Ya lo cantaba Mil Santos: ¨todos sabrán seguramente algún día/ Ay, que al final sí se podía rescatar nuestra dignidad/ Y pensarán era verdad lo que luchamos tanto/ Y te dirán Ay, Antanas, tenías razón¨.

arturoguerreror@gmail.com 

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar