Publicidad

El país de las maravillas

Ni acción ni prevención

Mario Morales
18 de noviembre de 2020 - 03:00 a. m.

Más que la intención de aprovechar una oportunidad o una oferta, la imagen de los campesinos de la papa vendiendo en parques y peajes el producto de su trabajo produce tristeza y rabia. Allí en esas cosechas estaban representadas sus esperanzas, y sus ilusiones nuevamente defraudadas en este país sin norte, sin nombre y sin gobierno.

No obstante el empeño ciudadano por comprar y promocionar el producto a través de redes sociales, la ausencia de acompañamiento estatal hablaba por sí sola. Se les veía abandonados a su suerte, como lo han estado siempre, a merced de las exigencias inhumanas de los monopolios y los intermediarios.

Son la misma rabia y el mismo dolor de saber abandonados a los compatriotas del archipiélago de San Andrés y Providencia, a merced de un fenómeno natural que permitía algún tipo de prevención para menguar las afectaciones.

Tarde, como siempre, llegarán los auxilios, justo con esa denominación infame, como si no fuese una obligación constitucional velar por su vida y bienes.

El mismo dolor y la misma rabia de ver a la población de estratos uno y dos empujada al contagio del coronavirus con tal de salvar la economía, para cumplir con pactos soterrados como ese del día sin IVA. Ante esa indolencia solo queda cruzar los dedos para que no se saturen los hospitales, exista la tal inmunidad de rebaño o se haga realidad el milagro de una vacuna.

El mismo dolor y la misma rabia de ver sometidos a la inseguridad y al delito común a los ciudadanos indefensos, exponiendo la vida por el solo hecho de tener un celular o unos pocos pesos, mientras las autoridades exhiben con indolencia cifras y mienten con estadísticas.

Llegarán las disculpas con nombres de desastres naturales y, otra vez, de la pandemia. Con razón una vieja creencia china responsabilizaba a los gobernantes incapaces de los desastres naturales. Que no vengan con cuentos: aquí no ha habido acción ni prevención.

@marioemorales y www.mariomorales.info

 

Julio(25062)18 de noviembre de 2020 - 10:53 p. m.
Felicidad inmensa en el uribismo: el desastre de Providencia, donde la gente fue abandonada a su suerte, abre las puertas a innumerables chanchullos con el pretexto de la reconstrucción. Reconstrucción real que tampoco hubo en Armero ni en el eje Cafetero...Iván Duque padre fué el responsable por negligencia , de la muerte de 30.000 ciudadanos de Armero . Hoy su hijo bobo repitió en Providencia...
  • Julio(25062)18 de noviembre de 2020 - 11:00 p. m.
    ... desastre donde la gente fue abandonada a su suerte y abre las puertas a innumerables chanchullos con el pretexto de la reconstrucción. Reconstrucción real que tampoco hubo en Armero ni en el eje Cafetero en tiempos de papi. Ambos, sin embargo, debían y podían poner a la gente a salvo, pero la abandonaron a su suerte. Colombia amarga.
Omar(98177)18 de noviembre de 2020 - 08:24 p. m.
Da rabia ver los pobres campesinos tratando d salvar lo poco q pueden trayendo el producto d su árduo trabajo a parqueaderos d ctros comerc las ciudades, como si no fuera suficiente con las largas jornadas del campo q inician a las 4am.Pero ojo!!!, xq tmbn puede ocurrir con los ganaderos y demas agricultores. Q pasa con el Gob?? Q pasa con el Min Agricultura??, van a seguir importando alimentos??
Libardo(10892)18 de noviembre de 2020 - 07:31 p. m.
Sí, dan ganas de devolver la cédula de ciudadanía. El problema es que quedaremos como Mafalda cuando giraba un globo terráqueo y ponía el dedo al azar para detenerlo: doquiera que posaba el dedo había un conflicto, un dictador o un ignorante o un estúpido al mando. Lástima que no pudiéramos timbrar y apearnos de este trágico sainete.
Adrianus(87145)19 de noviembre de 2020 - 03:09 a. m.
Cuando no hay Gobierno todas esas cosas pasan y más desalentadoras como ya hemos visto. Qué sub tan inepto.
Alberto(3788)19 de noviembre de 2020 - 12:25 a. m.
Magnífica. Totalmente de acuerdo.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar