No tomarnos nada personal en lo laboral

María Claudia García
12 de abril de 2019 - 05:30 a. m.

De los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz, me quedo con este: “No te tomes nada personal”. Es de las enseñanzas más valiosas que he recibido en mi vida y que intento aplicar a diario, aunque en lo íntimo de vez en cuando aún me cuesta un poco ponerlo en práctica, ya que con nuestra pareja y familiares a veces es más difícil mirar los toros desde la barrera. En la vida laboral, es lo más inteligente para tener un ambiente de trabajo interrelacionado, proactivo y tranquilo.

Cuando sentimos que nuestros socios, jefes o compañeros de trabajo nos atacan, debemos observar la situación conscientemente desde dos puntos de vista. Primero, todos, tanto ellos como nosotros, actuamos instintivamente a partir del miedo, nuestras propias inseguridades y las experiencias malas o buenas que tuvimos en el pasado; es decir, si he sido maltratado, ya sea en otro trabajo por el jefe anterior, en cualquier relación o en la infancia de una u otra forma, reacciono a la defensiva y no permito que nadie interfiera en lo que creo que es la verdad única, o sea mi razón. Aquí está el ego hablándome en su máxima expresión de lo que YO soy o sé: ¿cómo se le ocurre hablarme así?, ¿quién se cree?, ¿no sabe quién soy yo?, ¿acaso no tiene idea?, etc. Podría pasarme horas listándoles las preguntas que esa voz interna nos hace para que sintamos que las otras personas están atentando contra nuestra vulnerabilidad. Y segundo, podemos tomar tres posiciones en la vida: la víctima, el victimario o el que va fluyendo, permeando comentarios y filtrando críticas, tomando lo positivo y escuchando asertivamente los consejos de los demás para aplicarlos coherentemente en nuestra cotidianidad.

Mi consejo para ser el que fluye en el instante que siento el ataque es tomarme un par de segundos para respirar y repetir interiormente “no es nada personal, no es contra mí” mientras exhalas. Nuestra mente se deja entrenar porque nuestros pensamientos son los que crean nuestras reacciones.

En este viaje de la existencia gran parte de nosotros gasta más horas de luz con el equipo trabajo que con su propia familia, hijos, padres y amigos, ya que cuando llegamos a la casa por lo general quedan pocas horas para compartir antes de irnos a la cama. Eso hace de nuestros compañeros y colaboradores, en definitiva, la gente con quien más tiempo compartimos.

Si al final del camino queremos hacer un recuento positivo, debemos escoger nuestras batallas y pensar siempre en que si el otro no nos contestó de la manera que nos parecía correcta, a lo mejor tuvo un mal día o viene frustrado por alguna situación personal que lo afecta, entonces: “No es contra mí, no es nada personal”.

@mariaclaugarcia

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