25 años de la Constituyente

Sin pena ni gloria pasó el 19 de octubre, fecha en que debían celebrarse los 25 años del fallo de la Corte Suprema de Justicia que dio vía a la Constituyente que tramitó la Constitución de 1991.

No fue fácil sacar adelante el decreto de estado de sitio (artículo 121) que hacía la convocatoria de esa asamblea que debía sesionar, como en efecto sucedió, del 5 de febrero al 4 de julio. Por su naturaleza tenía control automático de la Corte Suprema de Justicia, que entonces era el organismo competente para juzgar su constitucionalidad.

La Sala Constitucional de esa corporación hacía el estudio previo. Allí hubo por unanimidad pronunciamiento de inconstitucionalidad del decreto correspondiente (el 1926 de 1990). ¡Y quién dijo miedo! El gobierno del presidente Gaviria puso a sonar las alarmas y acudió a los medios de comunicación y a la opinión pública para que le recordaran a la Corte que el decreto tenía la misma naturaleza de otro del gobierno Barco (el 927 del mismo año) que se había declarado constitucional y que hablaba de la conexidad entre los hechos de orden público y la reunión de una Asamblea para reformar la Carta.

El magistrado Fabio Morón, quien había sido ponente en la Sala Constitucional del fallo de inconstitucionalidad y lo era en la Plena, cayó en cuenta de su error y no sólo cambió de tesis, sino que comenzó a vender su nuevo planteamiento que declaraba constitucional el decreto del gobierno Gaviria. Entre otros logró convencer a su colega de la Constitucional, Hernando Gómez Otálora, quien había votado con él por la tesis contraria.

Al final, el 19 de octubre de 1990, con una votación de 14 a 12, la Corte dio vía libre a la convocatoria de la Asamblea que enterró la Constitución de 1886. Murió de 105 años y siempre la violaron. Y todo gracias a su artículo 121, que acababa con uno y terminaba con uno.