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Cesárea

Iván Mejía Álvarez
09 de junio de 2016 - 03:21 a. m.

Colombia redondeaba una majestuosa faena en la primera etapa. Un interesante módulo táctico 4-1-4-1 que cercenaba las ideas, el talento y la salida de Paraguay desde el mediocampo. Ese despliegue a lo ancho le permitía a Colombia tener la pelota y jugar atacando.

Paraguay se vio sorprendido porque nunca esperó que Colombia enviara veinte metros adelante a Sebastián Pérez para jugar en la misma línea de Cuadrado, James y Cardona. Pékerman fue inteligente, arriesgado, innovador, y el equipo le respondió en la cancha con dos buenos goles y una superioridad absoluta en el trámite del partido.

Era la Colombia deseada y soñada que ponía condiciones. Pero de un momento a otro se volteó la tortilla y de esa Colombia imperial se pasó a una selección sumisa corriendo tras la bola, intentando recuperar la pelota, sin capacidad para jugarla, perdedora en los duelos individuales, aletargada en los ritmos y sin personalidad.

Cuando los técnicos metieron mano, estuvo más fino el Pelado Díaz que José Néstor Pékerman. El argentino metió a Víctor Ayala y a Benítez, con lo que encontró la bola, la salida, el manejo. En cambio el técnico de Colombia borró con el codo lo que había hecho con la mano: desbarató el 4-1-4-1 para convertirlo en 4-2-3-1 con el retraso de Pérez al lado de Torres. Ese espacio, donde Colombia había taponado a Paraguay, lo aprovecharon los albirrojos para soltar a Ayala y juntarlo con Romero. Pékerman también se equivocó intentando activar a Cuadrado, de quien no hubo noticias en toda la noche, al ponerle a James cerca y enviar a Cardona a la izquierda. Después excluyó a Pérez para darle camino a Celis quien entró ido del partido.

Fueron treinta horripilantes minutos de confusión, desorden, imprecisiones y ausencia de manejo en la cancha y en la raya.

Las dos caras del equipo colombiano dejan muchas preguntas sueltas: por qué se cambió el esquema; por qué se voltearon las funciones de Pérez, Cardona y James; cuál es el motivo para la tardanza en los cambios; por qué se aguantó a Cuadrado tanto tiempo; por qué cada vez que le levantan la pelota desde los costados la defensa sufre; a qué entró Celis y por qué no juega Sánchez?

Lo que al cabo de 45 minutos era una fiesta, terminó siendo un parto por cesárea a los 90.

Finamente, qué crack es James, qué señor jugador de fútbol.

 

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