Publicidad

De neomamertos y paleomamertos

Mauricio Botero Caicedo
21 de febrero de 2016 - 02:00 a. m.

A algunos mamertos de la vieja escuela, a quienes con mayor propiedad idiomática se les podría catalogar como “paleomamertos”, no les cabe la dicha con el surgimiento de una nueva variante de esta fauna: los “neomamertos”.

Sin disimular su júbilo por el magnetismo electoral de dos nuevos fenómenos políticos como son Pablo Iglesias en España y Bernie Sanders en Estados Unidos, los “paleomamertos” ya hablan de un nuevo renacer del socialismo y no se dan cuenta que les puede pasar lo mismo que a Jimmy Carter cuando se convirtió en un cristiano renacido: en su segunda aparición, Carter era todavía más mamón que en la primera. Repasando la evolución de los mamertos, digna de ser estudiada a fondo por un moderno Darwin, es prudente recalcar que mientras Iglesias y Podemos son socialistas carnívoros, Sanders es de corte vegetariano.

Pablo Iglesias de Podemos (“Coletas” le dicen los peninsulares por su agresiva cola de caballo) es un personaje singular. Y si uno se atiene al evangelio de Mateo, “por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos?”. En el caso que Podemos toque el poder, amigo lector, lo que puede pasar en España es escalofriante. Las dos figuras principales de ese movimiento, Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, son los padres materiales e ideológicos de esa demencial entelequia denominada Socialismo del siglo XXI. Podemos recibió centenares de miles de dólares por diseñar el marco jurídico e institucional bajo el cual Chávez y Maduro pusieron a rodar lo que puede ser el caso de mayor destrucción de riqueza, malversación de los recursos públicos y analfabetismo económico y administrativo que se conoce en la historia. Fueron Iglesias y Monedero quienes durante lustros diseñaron los cimientos y la estrategia que ha llevado a la otrora rica Venezuela a convertirse en un Estado fallido.

La pregunta obvia es cómo, dentro de un país civilizado que es España, estos mequetrefes tienen apoyo suficiente dentro del parlamento para que Iglesias sea el próximo vicepresidente de gobierno de España, con injerencia sobre las Fuerzas Armadas y la política económica. Uno comprende que el electorado ibérico, cansado de la hegemonía del Partido Popular y el PSOE, e indignado con los aberrantes casos de corrupción que le hacen recordar a uno a los hermanos Moreno, quieran castigar a estas dos agrupaciones políticas. Pero que para poder materializar este castigo vayan a elegir a unos neomamertos carnívoros, cuya única trayectoria es haber sido los padres del Socialismo del Siglo XXI, es algo incomprensible para el autor de esta nota.

Por el otro lado, en Estados Unidos está el viejo zorro de Bernie Sanders, un cascarrabias que se declara a sí mismo “socialista”. Realmente Sanders, más que un “neomamerto”, es un “paleomamerto” de estirpe fabianista. Carlos Alberto Montaner lo define con bastante precisión: “Es un redistribucionista, un populista que subirá notablemente los impuestos federales para dedicar los fondos a “obra social”, convencido que las necesidades de ciertas personas deben ser convertidas en obligaciones de todas las personas, sin advertir que esa traslación de la responsabilidad individual suele crispar y confundir al conjunto de la sociedad”. Sanders defiende el que buena parte de la población viva por cuenta del Estado. Lástima que el senador de Vermont y sus seguidores no se den cuenta que es al revés: ¡Es el Estado el que vive por cuenta de los ciudadanos!

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar