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El procurador

Felipe Zuleta Lleras
11 de septiembre de 2016 - 02:00 a. m.

Después de tres largos años desde que el abogado Rodrigo Uprimny presentara la demanda en contra de la reelección del procurador, finalmente el Consejo de Estado lo sacó de su cargo.

Habilidosamente el procurador Ordóñez sostuvo que su salida se debió a exigencias de las Farc, dando inicio así formalmente a su candidatura presidencial.

Esa afirmación por supuesto es populista y no es cierta, porque realmente Ordóñez salió por haber nombrado familiares de magistrados de la Corte (que lo ternó) y congresistas que lo eligieron.

El procurador ciertamente es un hombre polémico, conservador de pura sangre y católico fervoroso. Y muchas de las decisiones que tomó tenían ese tono dogmático que siempre lo caracterizó. Persiguió con algunas de sus actuaciones a la comunidad LGTB para evitar, por ejemplo, que los jueces y los notarios los casaran, como lo ordenó y permitió la Corte Constitucional. Se opuso a la adopción de niños por parte de las parejas del mismo sexo.

Por supuesto que hay que abonarle que tomó decisiones importantes, como por ejemplo la de haber destituido a varios exministros del presidente Uribe, al exalcalde Samuel Moreno, a Gustavo Petro, entre otros.

Se opuso desde el primer día a las conversaciones entre el Gobierno y las Farc, endureciendo su posición en la medida en que se fueron conociendo los acuerdos que se suscribieron.

Se enfrentó al plebiscito para aprobar esos acuerdos y a todo lo que el presidente ha hecho para sacar adelante el tema de la paz.

Y, por supuesto, la cuenta de cobro se la pasaron, por lo demás bien costosa: su puesto.

No creo que Ordóñez sea el único procurador que se hizo reelegir dándoles puestos a magistrados y congresistas. Pero ciertamente se ganó la antipatía del establecimiento, representado por el presidente de la República.

Sin embargo, debo decir que con todo lo malo que sus detractores puedan decir del doctor Ordóñez, para la democracia es importante tener voces que se opongan al gobierno de turno. El procurador lo hizo y bien, así le mortificara al poder. El presidente inclusive pidió hace unos días al Consejo de Estado que acelerara su decisión contra Ordóñez. No lo dijo así, pero no tenía que decirlo para que el contencioso administrativo le metiera acelerador a la decisión de declarar nula la reelección de Ordóñez.

Pero además hay que abonarle que persiguió a los corruptos y que superó a sus antecesores en lo que tuvo que ver con destituir e inhabilitar a funcionarios inescrupulosos.

Queda por decir que tenemos Ordóñez para largo. Su carrera política apenas arranca, pues al procurador lo quieren los sectores de la derecha colombiana, que no es poca. Podría inclusive aspirar a la Presidencia por el Partido Conservador o por firmas. No lo veo sentado en su casa consintiendo a sus hijas y nietos. El doctor Ordóñez no se va a dejar amilanar por esta decisión.

Quedamos a la espera de que quien lo suceda en el cargo sea una persona de talante liberal que respete el derecho de las minorías.

 

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