España: abstención del PSOE

Luis I. Sandoval M.
01 de noviembre de 2016 - 03:13 a. m.

Por fin, después de más de diez meses de incertidumbre y dos elecciones generales fallidas, se encontró una fórmula para desbloquear la designación de nuevo gobierno por el Congreso de los Diputados: la solución la aportó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con su decisión de abstenerse en la segunda votación para definir la investidura presidencial.

La inédita situación que ahora se supera con una igualmente inédita solución se había originado en el hecho de que en las dos elecciones de diputados efectuadas en menos de un año ninguno de los partidos obtuvo el número necesario de escaños para designar presidente y formar gobierno. Tampoco fue posible construir una coalición que al sumar escaños desempantanara la situación.

Los dos partidos que se alternan desde 1978 no podían ahora unirse en coalición porque la polarización entre ellos llegó al máximo colocándolos electoralmente en rivalidad insuperable. Aunque el PP proponía al PSOE la coalición, éste mantuvo a pie juntillas la negativa a apoyar un nuevo gobierno de los populares, postura que personificó su secretario general, Pedro Sánchez, a la postre defenestrado.

Una unidad de izquierdas era imposible porque el PSOE no se junta con Podemos a quien ve como la fuerza en ascenso que puede socavar sus bases y poner en riesgo su propia existencia. Ciudadanos, expresión de centro derecha, finalmente aliada al PP mediante acuerdo explícito, y la Coalición Canaria tampoco le aportaban al partido de Rajoy suficientes escaños para llegar a la mayoría que permitiera superar el prolongado impase: más de 10 meses con gobierno interino, sin presupuesto aprobado y todos los programas públicos estancados.

El viernes 28 de octubre Mariano Rajoy obtiene 170 votos a favor y 180 en contra. El sábado 29, segunda votación en la  que bastaba mayoría simple, obtiene los mismos 170 votos a favor, solo 111 en contra y aparece la abstención del PSOE con 68 votos. Así, precariamente, gana Rajoy la tercera investidura como Presidente.

La abstención del PSOE se origina en planteamiento de Felipe González quien al sugerirla para “impedir un mayor deterioro de la institucionalidad democrática” salva la continuidad de Rajoy como presidente del Gobierno, pero produce enconadas resistencias dentro y fuera del partido socialista.

Podría pensarse que de momento se desbloquea la política pero quizá en el fondo se agrava la crisis. Ciertamente vuelve a gobernar Rajoy pero  con enormes limitaciones porque el PSOE le cobra la abstención que hizo posible su reelección, aunque no es creíble para muchos que el PSOE haga real oposición cuando ha sido el gran facilitador de la continuidad del gobierno. El carácter de verdadera oposición no solo al gobierno sino al actual orden político se le está reconociendo a Podemos con el liderazgo de Pablo Iglesias.

Todo el esquema político creado a raíz de la transición y de la Constitución de 1978 se ve confrontado por el ascenso del movimiento que se gestó en el 15m (mayo 2011) del cual surge Podemos. A ello se suma el problema no resuelto del separatismo catalán.

De momento fuerzas alternativas al bipartidismo PPSOE gobiernan ya cinco grandes ciudades: Madrid, Barcelona, Cadiz, Zaragoza y la Coruña. Y fueron Izquierda Unida y Podemos quienes recibieron el “desbloqueo” con movilización callejera en rechazo tanto al PP como al PSOE.

El nuevo gobierno se anuncia como dialogante y con voluntad de hacer acuerdos para ganar gobernabilidad, pero al mismo tiempo plantea que no acepta la “demolición” de su proyecto político. La política toda del país ibérico parece estar experimentando una enorme conmoción y evolución que es muy difícil predecir en qué puede terminar.

@luisisandoval

 

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