Publicidad

No roban computadores, roban información sensible

Carolina Botero Cabrera
04 de marzo de 2016 - 02:22 a. m.

Esta semana, junto con otras cosas de menor valor, robaron el computador del vicefiscal de su casa. ¿Quién lo hizo? ¿Por qué? La respuesta varía según quien hable, pero lo que nadie duda es que por su trabajo el objetivo era la información en el computador.

 

 

Para periodistas, defensores de derechos humanos, jueces, activistas medioambientales, opositores políticos, minorías que reclaman derechos, etcétera, el fenómeno es frecuente y, sin embargo, no se mide como lo que es: “robo de información”. Organizaciones como la Flip —respecto de periodistas— o el programa “Somos Defensores” respecto de defensores de derechos humanos— lo dicen hace tiempo y lo he escuchado también específicamente entre activistas por poblaciones LGBTI.

No es usual relacionar el robo de un celular o computador con el robo de información pero debería ser lo primero que pensemos cuando se trata de personas como las enumeradas, y la Policía y los demás oficiales del Estado deberían tratarlo como tal. Lo que importa en estos robos no es el valor del aparato, sino la pérdida de información sensible sobre su trabajo, sus fuentes, sus datos de investigación y personales, y quizá peor, la transferencia al contradictor. El riesgo se incrementa con los dispositivos electrónicos donde, por comodidad, lo registramos todo.

Urge que el Estado adopte mecanismos efectivos para investigar seriamente esos “robos” y evitar que sea otro factor de vulnerabilidad para estas poblaciones. Urge que el caso de Perdomo sirva para arrastrar tantos otros que están impunes.

De otro lado, tanto estas personas como las organizaciones para las que trabajan, o que las aglutinan, deben ayudar a dimensionar que las herramientas digitales cotidianas —como correo electrónico, mensajes de texto, fotos, mecanismos de almacenamiento— son sumamente útiles, pero también representan riesgos importantes por la concentración de información. Por tanto, es necesario que como organización y como personas se generen como mínimo estrategias de autoprotección.

Recordemos, además, que está pendiente la presentación en sociedad del nuevo Conpes de seguridad digital, que más allá de la seguridad nacional debe abordar estos problemas que se conocen hace tiempo, pero que no cuentan con estrategias para combatirlos, investigarlos, minimizarlos, que no son considerados siquiera como una amenaza real.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar