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Pepe como símbolo

Iván Mejía Álvarez
06 de julio de 2016 - 03:00 a. m.

Que el pueblo lusitano se preocupe hoy mucho más por el estado de salud de su corpulento y rudo defensor central Pepe que por su estrella Cristiano Ronaldo es apenas el síntoma de lo que ha terminado por ser el equipo de Fernando Santos en esta Eurocopa: Un cuadro modelado bajo parámetros defensivos, al que le cuesta terriblemente ganar, y que no ha podido en los 90 minutos vencer a sus oponentes.

Portugal avanzó en la primera ronda tras igualar con Islandia, Austria y Hungría. Doblegó a Croacia en tiempo suplementario de octavos de final y sacó a Polonia desde el punto penal en cuartos. Mientras Pepe y el juvenil Renato Sánches han sido sus figuras, su ídolo Cristiano Ronaldo, el hombre en el que se refleja el pueblo portugués, tan sólo apareció en el partido contra Hungría, donde mostró, con un golazo de tacón y otro tanto de cabeza, su real poderío.

Muchos atribuyen al técnico Fernando Manuel Santos el inesperado cambio de libreto en la selección lusitana. Santos, un andariego de la profesión, tiene el honor de ser el único técnico que ha dirigido a los tres grandes clubes de Portugal -Benfica, Oporto y Sporting- en diferentes temporadas. El discurrir profesional lo ha llevado de Portugal a Grecia en varias oportunidades y con los helenos llegó a ser su técnico en la pasada Eurocopa.

El módulo táctico de Portugal pasa por un sólido cuarteto defensivo con pocas irrupciones ofensivas. William Carvalho, volante tapón que maneja relevos a los costados, tres centrocampistas de carácter mixto -Adrien Silva, Joao Mário, Renato Sánches- que sudan, trabajan y luchan por la recuperación y administración de la pelota, y dos puntas, Nanni y Cristiano Ronaldo.

La lesión del sobrevalorado André Gomes, por quien la prensa dice que suspiran Barcelona y Real Madrid, le permitió a Santos darle carrete al bisoño Renato Sánches, quien ha dado una autoritaria lección de fútbol alegre, atacante y con el desparpajo de quien tiene 18 años y quiere tragarse el planeta. Sánches ha irrumpido en forma imperial en esta Euro, dejando claro que es el futuro del fútbol de Portugal. Carlo Ancelotti tenía razón cuando lo hizo comprar por Bayern Munich en 30 millones de euros.

El carácter defensivo del equipo de Santos, las bajas prestaciones de Cristiano -40 remates a puerta sin éxito- y la ausencia de ligazón en el ataque, le han permitido a Pepe sacar pecho y convertirse en el máximo exponente de la selección de Portugal. A Pepe le han sobrado corazón, fortaleza y autoridad en el eje de la defensa.

Para ganarle a Gales, Portugal necesita de algo más que el corazón de Pepe. Es urgente que aparezca el mejor Cristiano.

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