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Si no es ahora, ¿cuándo?

Columnista invitado EE
19 de septiembre de 2016 - 08:08 p. m.

Creo profundamente en el pensamiento vigente del Dr. Héctor Abad Gómez, quien de manera humana y contundente, según lo reseña el Manual de Tolerancia, nos enseña que: “No es matando guerrilleros o policías o soldados como vamos a salvar a Colombia…es matando el hambre, la pobreza y la ignorancia”.

Por: Carlos Raúl Yepes

Al futuro le digo Sí, porque si Martin Luther King tenía un sueño, nosotros, los colombianos, como sociedad no tenemos un sueño sino muchos sueños.

Estamos en un momento histórico, que no lo hemos vivido en décadas, en el cual debemos actuar responsablemente de cara al futuro. Por eso a mí el Sí me da la esperanza de soñar con un país con igualdad de oportunidades para todos, donde se respete la dignidad humana que es inviolable, donde la integridad sea la regla, un país donde seamos capaces de hacer a un lado el odio y la venganza para reconciliarnos, donde seamos capaces de pensar más en lo que nos une que en lo que nos separa, donde dejemos de lado la indiferencia que nos ha causado el desconocimiento de la injusticia social que hemos causado.

Un país donde podamos hacer un alto en el camino, pararnos a pensar, reconocer lo que dejamos de hacer o lo que hicimos mal para tener una sociedad tan desigual, inequitativa y excluyente. Tenemos que calmarnos, serenarnos; es increíble cómo el día a día transcurre entre los gritos, los insultos y las peleas; se nos olvidó vivir y convivir; como sociedad estamos divididos, y divididos nos va mal. Tenemos que ser capaces de vencer el miedo, la desconfianza y la desinformación. Si cambiamos el lenguaje cambiaremos la realidad.

Los acuerdos no son entre un gobierno y un grupo insurgente; los acuerdos son entre nosotros como sociedad, porque nadie nos va a decir que tenemos qué hacer si nosotros mismos no lo hacemos. La guerra no se lee, ni se escucha, ni se ve; la guerra se vive, se sufre y se padece. No puede ser que les tengamos más miedo a los acuerdos que a la guerra. Se nos abre la posibilidad de empezar a solucionar uno de los grandes y graves problemas que tenemos, de empezar a solucionar nuestro doloroso conflicto interno con todas sus formas de violencia, pero para lograrlo tenemos que alcanzar un verdadero y sincero acuerdo sobre lo fundamental, como decía Álvaro Gómez. La paz la construimos entre todos; es un proceso y una actitud; es individual y es colectiva; no puede ser que nos haya separado la guerra y ahora nos separe la paz.

Por eso, yo al futuro le digo Sí. Y si no es ahora, ¿cuándo?

* Empresario, expresidente de Bancolombia.

 

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