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‘Una tormenta perfecta’

Mauricio Botero Caicedo
05 de junio de 2016 - 02:00 a. m.

DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICAmente hablando en Colombia se está cocinando una ‘tormenta perfecta’: a medida que el país envejece, el desempleo juvenil aumenta. Mientras que en 1951 por cada 100 menores de 15 años había 12 mayores de 60, para el 2020 por cada 100 adolecentes menores de 15 años va a haber 50 mayores de 60 años. En otras palabras, hace 65 años un adulto podía contar con el respaldo de ocho adolescentes; en cuatro años sólo va a contar con dos, una cuarta parte. Pero si en el 2020, cuando los adultos mayores representen el 12,5% de la población, la situación va a ser grave, en el 2050 va a ser explosiva ya que los mayores van a representar el 23% de la población, 14,1 millones de personas. Hoy cerca de 80.000 personas engrosan cada año las cifras de los mayores de 60 años. En el 2030 el incremento anual será cuatro veces mayor, 320.000 personas; y en el 2050, los mayores de 60 años habrán sobrepasado a los menores de 15 años en cerca de un millón de personas. La malnutrición afecta al 2,9% de esta población, pero en el estrato 1 es un riesgo para las mayores es 50% adicional. La investigación también reveló que el 60% de los adultos mayores trabajan porque necesitan el dinero; el 58% lo hace informalmente, y apenas el 29% recibe pensión.

El sistema pensional colombiano es un himno a la iniquidad. Solo una mínima proporción de personas, principalmente funcionarios, reciben generosas pensiones que no guardan relación alguna con los aportes que han realizado durante su vida laboral. El 80% del subsidio que entrega el Estado lo recibe el 20% de los pensionados. Es decir, un gasto fiscal anual de casi $9 billones se destina a pagar las pensiones de tan solo unos 200.000 colombianos. El 7,5% del total de los recaudos por impuestos son destinados al 0,4% de los colombianos, que ni siquiera son pobres. La élite de pensionados está recibiendo los subsidios que debían estar llegando al 71% de los mayores de 65 años que actualmente no reciben ayuda alguna del Estado.

Pero si las anteriores estadísticas del envejecimiento de la población no fueran suficientemente angustiantes, la ‘tormenta perfecta’ se arma cuando uno se da cuenta que de los 12 millones de jóvenes que tenemos en Colombia, cinco se encuentran en el estudio o trabajando en el hogar, seis están ocupados en el mercado laboral, y un millón hace parte de la categoría NINI, aquellos jóvenes que ni estudian, ni trabajan, ni se capacitan.

Lo que está y seguirá ocurriendo es que la pirámide poblacional ya es un rectángulo y se corre el riesgo que se convierta en una pirámide invertida. El punto de ebullición de la crisis pensional va a ser cuando el país se dé cuenta que la situación es insostenible porque los aportes de una fuerza laboral cada vez más reducida no van a ser suficientes para cubrir las pensiones de una población de adultos mayores cada día más numerosa. A Madoff, el célebre estafador, le habían preguntado por el origen de su idea de la pirámide y él respondió que había sido los regímenes pensionales de prima media. Lo de Madoff va a ser asunto de niños cuando estalle la ‘tormenta perfecta’.

Apostilla: Es increíble que el Eln siga pensando que comerciar con seres humanos es un acto revolucionario.

Nota: Esta columna no va aparecer durante los próximos tres domingos debido a vacaciones del autor.

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