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Oportuno mensaje

Indalecio Dangond B.
16 de noviembre de 2020 - 03:00 a. m.

El presidente del Grupo Bios, Santiago Piedrahíta, dijo esta semana en una entrevista con un diario capitalino que Colombia “no puede seguir siendo un importador de granos, teniendo más de 17 millones de hectáreas aptas para esos cultivos”.

Esta afirmación es de la mayor importancia, toda vez que viene del presidente de uno de los grupos agroindustriales del sector de alimentos balanceados más importantes del país. Era la noticia más esperada durante la última década por los agricultores colombianos de maíz y soya, pues la importación de granos de mala calidad, subsidiados y sin aranceles desde Estados Unidos, previa a la recolección de sus cosechas, desmotivó la producción nacional. Lo mismo sucedió con los sectores de aceite de palma, arroz, papa y leche en polvo.

Para ponerlos en contexto, cuando se firmó el TLC con los Estados Unidos se acordó que los contingentes de importación de estos productos fueran graduales durante los primeros años para darles tiempo a nuestros productores de corregir sus ineficiencias y ser competitivos. Para ello, el entonces ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, creó el programa Agro Ingreso Seguro (AIS), una estrategia bien planteada para fomentar a través de subsidios e incentivos la inversión en sistemas de riego y drenaje, maquinaria y equipos, infraestructura industrial y de almacenamiento, biotecnología, seguros agrícolas, entre otros.

Desafortunadamente, los recursos del programa AIS no se siguieron fondeando a estos sectores y por consiguiente las inversiones se pararon, las áreas no crecieron, la producción se estancó y la competitividad nunca llegó. En los años subsiguientes, la industria tuvo que salir a importar materia prima para atender la demanda interna de alimentos.

Posteriormente, siendo Aurelio Iragorri ministro de Agricultura, se logró aumentar un área significativa con el programa “Colombia Siembra”, pero como el Ministerio de Comercio no quiso imponer las salvaguardias de importación para garantizar la compra de la cosecha interna, se fregó el negocio. Por eso hoy importamos mas de 7,4 millones de toneladas de maíz amarillo y soya para garantizar la producción de 13.000 millones de huevos y 1,4 millones de toneladas de carne de pollo. Qué falta está haciendo el Incomex.

Con la pandemia de COVID-19 y el cambio climático, la producción mundial se afectó, los precios de los commodities se calentaron en las bolsas internacionales y los industriales comenzaron a ponerse nerviosos con los altos costos de las importaciones, y si no existe oferta nacional, podemos tener serios problemas de abastecimiento interno y de exportación de alimentos. Por ello, mi insistencia de orientar los presupuestos de inversión pública en vías terciarias, bienes públicos e incentivos donde se concentren los modelos productivos de núcleos agroindustriales para reducir costos de producción, transformación y logística de transporte.

El gobierno Duque ha mostrado toda la voluntad de ayudar al sector agropecuario a organizarse con propósitos empresariales, sólo falta ajustar para el 2021 unos temas de mejor orientación del crédito en Finagro y Banco Agrario, de semillas en Agrosavia y de eficiencia en el ICA.

Ahora el balón está en la cancha de las industrias de los alimentos y el mensaje del Grupo Bios es una muy buena señal.

* Consultor en acceso a crédito de fomento agropecuario.

 

Harold(64814)16 de noviembre de 2020 - 12:44 p. m.
Solo dos párrafos interesan e informan, los demás son artilugios para camuflar la verdad. Con insinuaciones a medias, pretende, el columnista, mostrar un panorama de esperanza que no existe.
jose(60774)16 de noviembre de 2020 - 10:43 p. m.
No pase por alto que los recursos de AIS se los robaron (en su mayoría)
Atenas(06773)16 de noviembre de 2020 - 02:15 p. m.
¡Cierto, Indalecio!. Asunto asaz duro de asimilar pa ignaros en la materia q' solo opinan sandeces. El tener vasta experiencia en asuntos del campo, desde la institucionalidad y la inversion directa, permite admitir el claro trasfondo de confianza en este gbno. Quienes en esto nos movemos, tamb. sabemos cuán fue el desgreño del nefasto octenio en la materia y q' con la pandemia a la inopia vamos
Octavio(58841)16 de noviembre de 2020 - 12:13 p. m.
Una visión bastante parcializada a favor de los grandes productores agropecuarios, los mismos que siempre se han apropiado de tierras y de los recursos del Estado a partir de trampas y engaños, sin mencionar a los pequeños dueños de fincas y al campesinado raso, para quienes originariamente era el Agro Ingreso Seguro, estímulos que muy pocos recibieron porque sabemos en que manos quedaron.
  • Duncan Darn(84992)17 de noviembre de 2020 - 01:44 a. m.
    Buen punto Octavio! Faltó al autor recalcar algo que no creo pueda hacer, dada la defensa que hace de los grandes productores y comerciantes del agro: los TLC son los mayores responsables del desastre del agro colombiano.
John(30701)16 de noviembre de 2020 - 09:45 p. m.
La seguridad alimentaria es un tema de seguridad nacional. Desde Gaviria hasta nuestros días la política neoliberal acabó el agro y gran parte de la industria nacional, los TLC fueron el puntillazo final. Estamos avocados al riesgo de hambruna ya sea por catástrofes naturales en los países que nos exportan alimentos o a un bloqueo como los de Venezuela y Cuba si nuestro gobierno no les gusta
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