Orlando Fals Borda y Colombia Humana

Orlando Fals (Barranquilla, 1925 – Bogotá, 2008), el científico social, fue también un militante comprometido, prácticamente toda su vida, con movimientos de cambio.

En lo que yo recuerdo y tengo documentado OFB fue promotor y participante del Frente Unido (1965), Anapo Socialista - periódico Mayorías (1976), Movimiento Firmes - revista Alternativa (1978), Poder Popular (1983), Colombia Unida (1989), Alianza Democrática M-19 (1991), Frente Social y Político (1999), Polo Democrático (2005)… En febrero de 2006 declaró: “Tuve el privilegio de pertenecer a los cuadros directivos de todos y cada uno de estos movimientos”.

Y este columnista tuvo la fortuna de encontrarse y trabajar muy cerca de él en varias de estas iniciativas políticas. Yo estuve, Orlando no, en el PSR (fines de los 70) y en el Movimiento Camilo Torres (comienzos de los 80). Con su talante a la vez festivo y serio decía: “So reincidentes”, reincidentes en buscar la formación de un gran movimiento alternativo que condujera al país por caminos de transformación económica, social y política tomando muy en cuenta la “insurgencia de las provincias”.

Orlando terminó sus días el 12 de agosto de 2008, hace diez años, tenía 87, siendo presidente honorario (muy activo) del Polo Democrático Alternativo. Como todo en él, esta búsqueda de opción real de cambio, que se extendió por más de 50 años (la segunda parte del siglo XX y los primeros años del XXI), fue una praxis ampliamente sustentada primero en la crítica rigurosa, científica, sin desmayo, del orden establecido y, segundo, en la necesidad sentida de un movimiento plural, muy amplio, que él iluminó con el concepto de “terceras fuerzas”.

Sus palabras: “Queda claro que los dos partidos —Liberal y Conservador— han sido incapaces, por sí solos, de manejar el país; que sus dirigentes han estado a la defensiva ante las crecientes expectativas de las clases sociales, especialmente de las trabajadoras... Por ello han debido emplear o tolerar más y más violencia contra el pueblo para defender reducidos intereses…”.

Y prosigue: “En cambio, vemos que la potencialidad creadora de terceras fuerzas políticas, o suprapartidismo, ha estado siempre latente y vigente en nuestra historia. Se ha frustrado hasta ahora por fallas de liderazgo y organización y de persistencia en las izquierdas, por el maquiavelismo de muchos dirigentes, por cooptación o asesinato de líderes y bases populares, y por desorientación general de las masas”.

Parece hablando del presente y para el presente: “Todos estos son factores que puede controlar o corregir una voluntad política coherente y decidida para establecer coaliciones o movimientos alternativos reales que rompan el sistema bipartidista” (OFB, 1989b).

Los partidos Liberal y Conservador son hoy actores en franca decadencia, pero en el marco del pluripartidismo existente las posturas liberal y conservadora se expresan en bloques políticos constituidos por una inmensa diversidad de minorías clientelares, corruptas en alto grado. Su lógica sigue siendo la misma, aun en las condiciones del pos-Acuerdo de Paz: reducir el juego político fingiendo entre ellos que existe un esquema gobierno/oposición mientras, con estigmatización, leguleyadas y balas, excluyen o solo dejan un espacio marginal para las fuerzas alternativas (terceras fuerzas).

Sin embargo, el hecho sorprendente es que el cachorro de león se creció y rompió la jaula, de tal manera que en la campaña política que acaba de pasar la disputa no fue ya entre dos opciones del establecimiento tradicional, sino que ellos, todos los conservaduristas, se ubicaron en una orilla mientras nosotros, casi todos los progresistas, centro e izquierda (social y política), nos ubicamos en la otra orilla. Opciones muy distintas, juego legítimo y válido de pluralidad, ya no polarización.

No tengo duda de que hoy el maestro Orlando Fals, en plena coherencia con su línea de pensamiento y acción, estaría acompañando y contribuyendo con reflexión, propuestas políticas e iniciativas de trabajo a la consolidación de Colombia Humana como coalición de fuerzas alternativas. Mucha importancia concedía Orlando a las siete tesis del Encuentro de Chachaguí (Nariño) realizado en enero de 1987 como referente metodológico para la construcción alternativa. (Chaparro, 1989). Textos suyos que conservan inspiradora vigencia: “Terceras fuerzas triunfantes en Colombia” (revista Foro Nº 9, mayo 1989), “Movimientos sociales y poder político” (revista Análisis Político Nº 8, septiembre 1989), “Comentarios sobre la diversidad de los movimientos sociales” (Mauricio Archila y Mauricio Pardo editores, 2001). 

No puedo extenderme. Un texto de octubre de 2013, escrito por el profesor Blas Zubiría Mutis de la Universidad del Atlántico, sistematiza muy bien el pensamiento de OFB sobre el tema:

http://investigaciones.uniatlantico.edu.co/revistas/index.php/Collectivus/article/view/1157/797  

Concluyo: Orlando Fals visionario, “aunque me digan soñador”, trabajó, escribió y luchó con alegría y paciencia activa, por una opción auténtica y eficaz de cambio, Colombia Humana se aproxima a ese sueño. De OFB puede decirse que hizo realidad de manera espléndida el sabio aserto de Albert Camus: “La verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente”.

Javier Ocampo Salazar (Pereira, 1935 - Bogotá, 2018), cariñosamente Borolas, emprendió el viaje sin retorno el pasado 20 de agosto. Imperecedero el recuerdo de su sencillez, amabilidad, servicialidad, compromiso inquebrantable con la causa popular. Lo encontraba uno en todos los sitios donde se avanzaba en debates, convergencias, acciones colectivas, a menudo ofreciendo libros portadores de pensamiento crítico transformador. No hacía conferencias, conversaba, soltaba frases, con agudeza, con ironía, con decantada sabiduría fruto de larga praxis y profunda comprensión de la condición humana, componente ineludible de la política en todas sus manifestaciones. Sin proponérselo era un increíble formador. Abrazo de solidaridad desde esta columna para su hija, Paola Ocampo, su familia y allegados. Honor a su nombre, paz en su tumba.

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