Otra vez Tumaco

Julio Carrizosa Umaña
10 de octubre de 2017 - 03:59 p. m.

Los fracasos seguirán reincidiendo mientras no se examinen detalladamente la historia y el contexto ecológico de los pobres del campo colombiano. Usar las fuerzas armadas para destruir la coca puede parecer efectivo a nivel político internacional, pero ese éxito inmediato deja impactos sociales que en cualquier momento originan enfrentamientos confusos, como el que dejó ocho muertos. La realidad de la costa del Pacífico tiene raíces más largas y estructuras más fuertes.

No es casualidad que la población afrocolombiana del Pacífico esté dispuesta a enfrentarse a las Fuerzas Armadas por unas matas de coca; tampoco es fortuito que el Ejército y la Policía no hayan logrado encarcelar a los posibles líderes de esos enfrentamientos, a pesar de los esfuerzos que se han hecho desde los niveles más elevados del Gobierno. No ha existido falta de política ni de preparación. Lo que ha faltado es comprender la geografía física y la historia de Tumaco, y obrar en consecuencia, aunque eso signifique romper los manuales de los modelos económicos y políticos de la derecha y la izquierda.

La pobreza es crónica en la costa del Pacifico y sus ecosistemas tienen características estructurales que la generan y que en estos momentos hacen que cualquier alternativa de producción de ingresos diferente al narcotráfico sea extraordinariamente difícil.

La coca aguanta los extremos de precipitación de una de las regiones más húmedas del planeta, pero esa característica no es común en otras especies. Es por eso que nuestros compatriotas del Pacífico no creen mucho en la posibilidad de que otros cultivos sean solución para su situación económica.

Lo que la historia les enseña es que puede que ya no sean esclavos en sentido estricto, pero que todo lo que han ensayado allí los blancos sólo ha producido riqueza para ellos mismos y que las familias negras siempre han quedado sumergidas en la pobreza.

Esa situación (no en todos los casos) ha sido generada por exclusión racial. Muchos blancos han quebrado también en el Pacífico y eso se debe a las características específicas de la costa. A pesar de lo que digan neoliberales y marxistas.

*Miembro de Paz Querida

Por Julio Carrizosa Umaña

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