Otra victoria para Le Pen

Mauricio Jaramillo Jassir
15 de febrero de 2017 - 02:00 a. m.

Nada parece salvar a Francia de la llegada al poder de la extrema derecha, lo que equivaldría a una herida mortal para el proyecto europeo. Contribuye a tal escenario que la candidatura del político francés François Fillon parezca derrumbarse con miras a los comicios del próximo 23 de abril (primera vuelta). El aspirante de Los Republicanos, antiguamente UMP, había consolidado una carrera seria, para convertirse en candidato de la derecha, incluso ganando las elecciones primarias por encima de Nicolás Sarkozy y Alan Juppe, líderes de considerable peso.

No obstante, las acusaciones sobre empleos ficticios de su esposa Penelope Fillon y de sus hijos cuando era congresista detuvieron su ascenso. Fillon publicó su declaración de renta para salirles al paso a las contundente críticas que le exigen apartarse de la carrera, pero no ha podido explicar con claridad los ingresos de su esposa.

El escándalo llega en uno de los peores momentos para la política tradicional francesa (izquierda y derecha) y en pleno apogeo de la extrema derecha en el mundo. Los sondeos muestran que el mayor porcentaje de intención de voto lo tiene la candidata Marine Le Pen, del Frente Nacional, con un 24 %, seguida por Emmanuel Macron, del Partido En Marcha, de tendencia liberal con una clara vocación europea.

La extrema derecha sigue su avance hacia la Presidencia, en un momento de opacidad para Europa. Debilitada por las mismas bases del modelo, seriamente rebatidas por el poder desbordado de la llamada troika (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea), el comienzo de las negociaciones para la salida del Reino Unido y ahora, con uno de los históricos como Francia optando por un repliegue, la Unión Europea se prepara para un momento dramático, cuando más se requiere de su protagonismo.

La crisis de los partidos políticos tradicionales ha sido inteligentemente aprovechada por una extrema derecha que, apelando a la demagogia, ha sabido apuntar hacia los defectos más sobresalientes del sistema. Especialmente a los efectos del modelo social demócrata, excesivamente complaciente con la inversión extranjera y la apertura. Todo lo cual ha conspirado en contra de una clase media ignorada en las últimas décadas. Solamente una sorpresa electoral puede salvar a la República.

@mauricio181212

 

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