Otro año por delante

Arranca un nuevo año, que ojalá sea mejor para todos de lo que fue el 2018. Ciertamente, con la llegada a la Presidencia de Iván Duque, la crispación del país ha disminuido precisamente por el talante del presidente. Él prometió que no usaría el retrovisor y lo ha hecho, tal como el expresidente Santos prometió no meterse en política y lo ha cumplido. Estas dos actitudes ciertamente distan de la de otros mandatarios y exmandatarios.

La verdad, quisiera ser más optimista, pero claro que mirando la reforma tributaria veo que para muchos colombianos, entre los que me encuentro, la tunda va a ser durísima. Haciendo cálculos con mi contadora, hemos llegado a la conclusión de que trabajaré casi cinco meses este año para el Estado colombiano en los niveles nacional y municipal. Es decir que 150 días de mi trabajo y esfuerzo se irán para el fisco. Eso por supuesto desalienta, y mucho. No porque no debamos pagar impuestos, sino por lo poco que recibimos del Estado colombiano. Desalienta también que no hayan pasado las leyes anticorrupción, pues entonces podemos tener la certeza de que alguna parte de esos cinco meses, en lo que tiene que ver con nuestros impuestos, acabará de una u otra forma en los bolsillos de los corruptos.

Los niveles de tributación en el país, para quienes somos empleados, son realmente muy gravosos. Yo este año ajusto 42 años de estar trabajando, y muy duro, por cierto. Y no soy un hombre ni siquiera cerca a ser considerado rico.

Como miles de colombianos, tengo una casa, un carro y tuve que hacer muchos esfuerzos para pagar la universidad de mi hija. Eso en un país desarrollado sería considerado como clase media. Acá el Estado ha decidido que somos ricos. Y como tales nos suben los impuestos sistemáticamente cada dos años. O al menos así ha sido en los últimos gobiernos. Ya inclusive los expertos hablan de una nueva reforma tributaria para el 2020.

Muchos dirán que las cosas no pintan tan mal para el país, y eso es cierto si nos comparamos con otros países. Para no ir tan lejos, Venezuela o Brasil.

En fin, ojalá las cosas salgan mejor para Colombia en este 2019. Que el presidente Duque consolide su gobierno y sus proyectos para el país, pues, como lo he dicho en otras oportunidades, si a él le va mal, le va mal al país.

Qué importante sería también que los políticos le bajen al tono de sus discusiones. Que entiendan que mucho dista de la oposición responsable al ánimo permanente de destruir absolutamente todo.

Vamos a ver si somos capaces entre todos de encontrar propósitos comunes que nos permitan avanzar como nación. Por lo pronto, le deseo a usted, amable lector, un buen año 2019. Que estos días le hayan permitido reflexionar sobre su futuro y el del país.

Notícula. Realmente preocupante que se esté planeando un atentado en contra del presidente Duque. Ese es un tema muy serio y como tal debe ser atendido. Increíble que haya algunos que hagan chistes o comentarios en las redes sobre este asunto. ¡Qué mezquindad!