El hecho de que haya grandes porciones del territorio que retengan un régimen silvestre de funcionalidad ecológica no los hace “naturales” para nada, así la designación genere imágenes poderosas e inspiradoras de paisajes donde la flora y fauna viven libres y protegidas de los efectos de lo humano, generalmente letales para la biodiversidad. La razón es que las áreas protegidas son uno de los productos culturales más sofisticados de la civilización contemporánea, una invención reciente de la institucionalidad basada en la certeza de que hay límites a la expansión de nuestras actividades transformadoras del territorio. Las ciencias, las artes y las emociones nos lo dicen: aquello que no acabamos de comprender contiene muchos secretos de nuestra existencia.
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Parques nacionales sobrenaturales
07 de enero de 2021 - 03:00 a. m.