Esta semana delincuentes mataron a un policía en el norte de Bogotá. Lamentablemente este no es un hecho aislado, pues todos los días vemos cómo los bogotanos son amedrentados por los criminales.
Desafortunadamente, la alcaldesa suele echarle la culpa al Gobierno nacional porque la ciudad no tiene suficientes policías. Pero lo cierto es que ella no ha sido capaz de articular las secretarías de Gobierno y de Seguridad con la Policía. Es un secreto a voces que las relaciones entre la señora alcaldesa y el general Gómez, comandante de la Policía de la ciudad, no son las mejores. Y es que López suele solidarizarse con quienes protestan, aun si son vándalos, y en cambio no lo hace presencialmente con la Policía. Ella cree que es mejor visitar en la clínica a quien resulta herido (así esté haciendo actos ilegales) que a los policías heridos en los desmanes que se presentan durante las “marchas pacíficas”.
Esta semana, por ejemplo, llegó tarde al sitio donde fue asesinado el patrullero Caro en el norte de Bogotá, estuvo cinco minutos, alimentó el odio contra los venezolanos, le echó vainas al Gobierno por su política frente a ellos y se largó. Dijo: “Así como brindamos ayuda a los venezolanos, tenemos que ofrecer garantías a los colombianos”.
Muy desafortunadas sus declaraciones con frases efectistas que ciertamente no contribuyen para nada a solucionar la inseguridad en la ciudad. Está actuando de manera populista.
La alcaldesa tiene que recapacitar y bajarles a sus decisiones tomadas con la cabeza caliente. Sus bandazos emocionales son rarísimos. Pasa de hablarnos como mamá, para que nos cuidemos del COVID-19, a insultar a un periodista y regañar a sus secretarios con patanería. Actúa también a veces como Cantinflas: cuando dice una cosa, dice la otra.
Pero ya tampoco me sorprenden sus variadas posiciones intelectuales. Unos días amanece de izquierda, otros de centro y a veces de extrema derecha. Claudia es una mujer preparada, estudiosa y ha llegado a donde está con mucho esfuerzo y disciplina. Entonces no es claro el porqué de sus diferentes estados de ánimo y posiciones ideológicas. Y la verdad no me atrevo a especular.
Nadie ha dicho que ser alcaldesa de Bogotá era fácil y mucho menos cuando le tocó asumir todo lo relacionado con la pandemia. Entiendo que la doctora López debe haber pasado por momentos muy tensos, no descansa y tiene toda clase de presiones. Por todo eso es que debe hacer un alto en el camino, reflexionar, tomarse un descanso y actuar con cabeza fría. No de otra manera podrá seguir con el difícil camino que le queda hasta el final de su mandato.
Notícula. El premio Goya a la película El olvido que seremos, basada en el libro de Héctor Abad Faciolince, producida por Caracol y dirigida por el maestro Fernando Trueba, es un motivo de orgullo para todos los colombianos. En buena hora para el cine colombiano. Felicitaciones a Gonzalo Córdoba y Dago García.