La Michelada

Plasticarianos, el desafío de vivir sin plástico

Michelle Arévalo Zuleta
11 de octubre de 2018 - 04:12 a. m.

Si está pasando por una tusa amorosa, piense que esta no durará para siempre,  pues lo único que dura  incluso más que el amor eterno, es el plástico. 

Es más fácil vivir sin su ex, que vivir sin plástico, pues a diferencia de su ex, este está presente en casi todo lo que nos rodea y seguirá ahí incluso cuando nosotros ya no estemos. 

Pensar la vida sin plástico puede ser confuso, pues hay muchas cosas que usamos a diario que ni siquiera sabemos que están hechas o contienen este material. Si compramos  champú, lácteos, carros, celular, o computadoras, todo tiene plástico.  

Entonces aunque no se puede vivir sin plástico, sí se puede evitar su utilización innecesaria y reducir al máximo el de usar y tirar.

El mejor ejemplo son los plasticarianos, no son marcianos, son personas que viven sin plástico desechable, es decir su  rechazo se centra fundamentalmente en los plásticos de usar y tirar, como las bolsas desechables, cuya vida útil apenas sobrepasa los 12 minutos.

Para unirse a esta tendencia primero se debe hacer un  viaje al pasado para descubrir el día a día sin este material. Cestos de mimbre, fiambreras de metal o envases retornables; antes del plástico recuerdo devolver las botellas a la tienda, recuerdo que mi mamá iba al mercado con una canasta de ruedas, recuerdo que a su  vez, eran muy comunes los vasos plegables de aluminio. También recuerdo que la fruta, el pescado o la carne se envolvían no hace mucho con papel de estraza, un material rugoso y áspero con el que se empaquetaba el producto en los mercados, muchas veces haciendo la forma de un cono o cucurucho.

Poco a poco, este tipo de papel se fue sustituyendo por el plástico y la estraza quedó relegada, pero irónicamente, ahora estamos volviendo a estas viejas costumbres para ayudar al planeta. 

Por eso me fui al pasado a buscar respuestas para ver si puedo aportar a salvar el  futuro, o  por lo menos para traer al presente alternativas  que vayan  cambiando mis hábitos como consumidora.

Empecé con una búsqueda de información y me encontré con  www.sinplastico.com, una empresa de venta online que da respuesta a esta filosofía de vida, tienen un amplio contenido que sirve de guía para empezar a dejar de la lado el plástico desechable. Aquí venden desde envases, juguetes, hasta cepillos, todo libre de plástico y llega a la puerta de la casa. 

Paso seguido, fui a buscar lugares en Bogotá que me ayudaran en esta nueva vida sin plástico, como las tiendas al granel. Ahí tienes que llevar tus envases para mercar.

Granel Gourmet (Cra. 4a #66-14) esta  cadena de tiendas tiene gran  variedad de productos, desde especies,granos,cereales, granolas ,setas, algas, diferentes clases de tés, frutos secos y deshidratados, chocolates, harinas, aceites como de oliva, aguacate y vinagres. Los productos en su mayoría son importados.

La Despensa Tienda Responsable (Cl. 41 #26-41) puedo resumir este lugar con una sola palabra, completo, pues a pesar que no tienen una amplia oferta de productos a granel cuentan con muchos productos orgánicos, integrales y ecológicos nacionales. Me llamó la atención su programa de regreso de  envases que tienen con sus clientes y proveedores, también los empaque sustentables de muchos de los productos que ofrecen, y me impresionó  la sección de cuidado personal y belleza que cuenta con un variado surtido de productos naturales y “cruelty free”.

Gastronomy Market (Cra. 5 # 70 – 41)  tiene tres almacenes en la ciudad, no es tan económico, pero cuenta con una sección especial de productos que se pueden comprar a granel, como: arroces de diferentes clases, frutos secos y deshidratados, granos, semillas y cereales.

La Tiendita Vegan (Calle 45 No 16- 81) en este lugar pude encontrar a granel alimentos como la harina de gluten, semillas de Chia, Quinoa, Soya texturizada, Amaranto y hongos comestibles entre otros. Los precios son asequibles y es un lugar en donde se respira una gran conciencia ambiental desde que entras. 

La Especia Humana (Carrera 24 # 37- 60) uno de mis favoritos, el amor por la cocina, los sabores exóticos, los colores naturales y los aromas frescos se respiran en este lugar, las mezclas de diferentes partes del mundo en un intento por rescatar la cocina artesanal y el gusto por experimentar nuevos platos, probar nuevos sabores y recetas, trascendieron,  cuando  saqué mis empaques y me lleve a casa productos que no necesitaron del plástico para conservarse, ni para transportarlos a la casa. .  recomiendo ingresar a  la página de Facebook para que estar  al tanto de sus actividades  y de  su movilidad. Además,  ofrecen talleres de cocina.

Dejar de lado la vida sin plástico se parece a adelgazar: no existen dietas milagro, solo nos valdrá un profundo cambio de hábitos. Para  lograrlo, debemos estar plenamente convencidos y ponerlo en práctica desde ya mismo.

En promedio, cada colombiano consume alrededor de 24 kilos de plástico al año, según datos de la Industria en 2017, lo que refleja un exceso, las multinacionales y el gobierno ya empiezan a notar la presión ciudadana para que minimicen la producción o eliminen el plástico de usar y tirar, pero la responsabilidad también está en nosotros y en que podamos usar como armas nuestros hábitos para combatir esta guerra contra el plástico.  

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