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Plata es lo que hay

Iván Mejía Álvarez
07 de diciembre de 2014 - 01:12 a. m.

Ramón Jesurún, presidente de la Dimayor, dio la noticia de la semana cuando anunció que Bavaria, por medio de su producto Águila, era el nuevo patrocinador de los torneos oficiales del fútbol profesional colombiano.

Atrás quedó la época de Postobón y su apoyo al fútbol durante cinco años. Apoyo que fue generoso, amplio, compacto y que sólo mentes turbias y malintencionadas pueden pretender enlodar al decir que ejerció influencia en los resultados a favor de determinado equipo. Como bien lo dice Jesurún, sólo agradecimientos puede tener el fútbol para quien le dio la mano y lo apoyó en el último lustro.

Tampoco se puede esconder que entre la afición en general fue muy bien recibida la noticia, pues la llegada de Bavaria genera confianza y seguridad. A muchos les disgustaba la presencia de patrocinador de torneo con dueño de equipo. Una cosa es ponerle el símbolo a una camiseta y otra ser el propietario de ese equipo. La mujer del César no sólo debe ser honesta sino aparentarlo, decían los romanos. Y en este caso es mejor, mucho mejor, que cada cual vaya por su camino.

Cuarenta millones de dólares es la suma que recibirá la Dimayor por el contrato de cinco años. Cerca de 18 mil millones de pesos anuales que deberían servir para que se acaben los clubes “limosneros”, que no pagan, donde unos dirigentes pícaros e inescrupulosos se llevan el billete, donde se montan huelgas permanentes por falta de seguridad laboral y económica.

Entre lo que recibe la Dimayor por derechos de TV, abierta y cerrada, patrocinios y otros temas de mercadeo, y lo que recibe la Federación por los mismos ítems, el fútbol colombiano debería sacar pecho porque dinero es lo que sobra. Pero a ratos la actitud mendicante de algunos dirigentes y sus “negocitos” sólo dejan sospechas sobre el manejo y la honestidad de esos dirigentes.

Por ejemplo, alguien puede entender y explicar que haya equipos de la B que no tengan la menor intención de subir a la A y cuyos dirigentes están felices de permanecer en la segunda división porque entre lo que reciben por TV, patrocinios, apoyos, publicidad, etc., y lo que gastan en nómina les queda un billete largo, larguísimo, que nadie sabe a dónde va a parar. Bueno, sí se sabe…

Buena gestión de Jesurún en la administración, pero ahora falta darles claridad a esos ingresos y a la repartición… ¿O no, don Ramón?

 

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