Popayán 1556-2020

463 procesiones de Semana Santa en Popayán se habían realizado de manera ininterrumpida en estos últimos cinco siglos. Ni siquiera cuando el fatal terremoto de hace 37 años en 1983, en el que se destruyó buena parte de su centro histórico, dejaron de celebrarse, porque los días martes y miércoles que antecedieron ese fatal Jueves Santo se ofició ese encuentro cultural religioso.

Lógico que en estos 464 años se han presentado tropiezos de índole político, económico y de seguridad, entre otros, pero jamás de los jamases había ocurrido que se suspendiera una Semana Santa en Popayán.

Una Junta Permanente Pro Semana Santa ha cumplido a cabalidad el compromiso de sacar los más de 73 pasos que, ahora sumados a los del Lunes Santo, conforman esta Semana Mayor, declarada por la Unesco en el año 2009 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, no solo por haber sido la primera manifestación cultural y religiosa de América, sino porque con el tiempo esta expresión de solemnidad es conocida, ponderada y exaltada por el mundo entero y es un referente del mundo católico.

No en vano atrae a cientos de turistas de todo el mundo que acuden en la ciudad blanca a estos desfiles nocturnos por sus calles centenarias, en que se pueden admirar los pasos esmeradamente conservados y adornados que resultan conmovedores en medio del frío que baja del Puracé y el retumbar de los tambores que golpean las entrañas de quienes las presencian.

Todo esto no lo podremos admirar este año -repito- por las medidas tomadas para evitar la propagación del coronavirus. Los casi 30.000 espectadores que atiborraban los balcones y las vías, haciéndoles calle de honor a estas procesiones, no alumbrarán con su presencia la hoy apagada Popayán, sumida en una justa y explicable tristeza de la cual somos solidarios todos los colombianos.