La segunda vuelta se celebrará el 17 de diciembre

¿Por qué las elecciones en Chile traerán cambio?

Beatriz Miranda
22 de noviembre de 2017 - 03:00 a. m.

El 19 de noviembre los chilenos fueron a las urnas para escoger a su nuevo presidente, parlamentarios y consejeros regionales para el período 2018-2022. En consonancia con la tendencia mundial pareciera ser que Chile optará por el retorno de la derecha, muy bien representada por el empresario Sebastián Piñera, contribuyendo así para que el mapa político regional sea cada vez más conservador.

Los medios internacionales y regionales apuntan a Piñera como el gran vencedor de estos comicios, no tanto por el legado de su primer mandato, sino por el desencanto de ciertos sectores de la población con el desempeño de la presidenta Michelle Bachelet y una marcada fragmentación de la izquierda. En esta carrera hacia el Palacio de la Moneda, Sebastián Piñera es seguido de lejos por Alejandro Guillier, de Nueva Mayoría, y Beatriz Sánchez, de Frente Amplio, una gran sorpresa. Hasta hace muy pocos días, se creía que Sebastián Piñera podía vencer las elecciones presidenciales en la primera vuelta, premisa no ratificada el domingo y otro error de las encuestadoras.

Importante recordar que Bachelet fue la primera mujer en ocupar la Presidencia de Chile, su pauta de gobierno apuntaba a reformas estructurales, pero infortunadamente perdió credibilidad y la confianza de los chilenos por haber sido involucrada en escándalos de corrupción. Su agenda progresista incluyó temas como la despenalización del aborto, debate acerca de una nueva Constitución, educación gratuita, más acceso a las universidades públicas, contratación de más de 30 mil maestros. En el área laboral, logró impedir la sustitución de trabajadores en casos de huelga, fortalecer los sindicatos y exigió la participación de mujeres en sus direcciones, presentó propuesta de reforma tributaria y de fondo de pensiones, lo que creó un fuerte movimiento de sus opositores.

Segmentos importantes consideran que muchas de estas reformas propuestas se quedaron en el tintero. Otros creen que el gobierno de Michelle Bachelet ha sido el más progresista de Chile en los últimos 50 años. No obstante, algunos analistas opinan que Chile sigue siendo un paraíso neoliberal, herencia de la dictadura de Augusto Pinochet.

La segunda vuelta, Sebastián Piñera la disputará con el periodista Alejandro Guillier, de Nueva Mayoría, un senador independiente, única posibilidad de frenar la ascensión de la derecha. Sus aliados reiteran su conocimiento amplio sobre Chile y la política nacional, pero son conocedores de su poca experiencia en gestión pública. En la segunda vuelta contará con el apoyo de los partidos Socialista, Comunista y probablemente del Frente Amplio. Entre sus promesas de campaña están enfrentar los fondos de pensión, disminuir la pobreza que afecta a 3 millones de chilenos, creación de farmacias públicas, casas populares y mayor intervención del Estado en la economía.

El programa de Piñera incluye la posible revisión de algunos temas que desagradan a los conservadores: la ley del aborto, la propuesta del matrimonio igualitario, la ley laboral y no se nota una disposición para cambiar la Constitución. Pretende reforzar las fronteras, ser más selectivos con los extranjeros que llegan a Chile, ser más firme con los indígenas Mapuches y en sus sueños más sofisticados desea transformar al país en la mayor potencia de la región.

Su propuesta encuentra fuerte apoyo entre la élite, los militares y los segmentos que registran gran descontento con la economía. Gane quien gane, Chile seguirá siendo un país abierto, con una economía anclada al precio del cobre, su principal fuente de exportación y lejano del imaginario latinoamericano

*Profesora Universidad Externado de Colombia.

 

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