Presidente Santos salve usted el día de las víctimas

Carmen Palencia
08 de marzo de 2015 - 02:00 a. m.

Se acerca el 9 de abril, fecha en la que el Estado debe escuchar a las personas que de una u otra manera se han visto afectadas por el conflicto armado en nuestro territorio.

Para llevar a cabo esta celebración, se dispone cada año un acto oficial, donde la plenaria de Senado y Cámara, en compañía de algunos funcionarios públicos, deben hacer presencia en el recinto del Congreso de la República, para escucharles y dar respuesta a sus inquietudes.

Con enorme tristeza debo decir que el objetivo de declarar este día y de llevar a cabo este acto oficial en el recinto de la plenaria de Senado y Cámara, a juzgar por los resultados de los dos últimos años, se quedó en las buenas intenciones de la Ley de Víctimas.

No es posible que a la mayoría de congresistas, por no decir que a todos, solo les interese asistir a la instalación, para registrarse, hacer lobby ante el Presidente de la República si está presente o el ministro del Interior si es el caso, y a los pocos minutos salir por los pasillos del Capitolio Nacional para no regresar en todo el día. Ni siquiera el Presidente del Congreso cumple con su labor de moderar, porque bajo alguna excusa, encarga al Presidente de la Cámara y este a su vez al Primer Vicepresidente, Segundo Vicepresidente y así hasta que el evento es moderado por algún delegado del ministerio del Interior o del Secretario del Senado, simplificando así la participación del gobierno y del legislativo a las más mínima expresión en la moderación.

Finalmente las víctimas del conflicto que se inscriben para participar en el evento, deben hablarle a las curules vacías y a los asistentes presentes, es decir a las otras víctimas del conflicto que viajaron desde sus territorios lejanos, con el ánimo de que los representantes de la democracia en Colombia les escuchen, pero que deben devolverse a sus municipios y veredas con la desilusión de haberles visto a lo lejos, cómodamente sentados en sus curules mientras el ministro del Interior o el Presidente de la República intervienen, para luego retirarse minutos después de que estos hayan hecho lo mismo.

Sería ingenuo pensar que esta situación va a cambiar el próximo 9 de abril, y es justamente por esto que pregunto, ¿Es coherente ese comportamiento del legislativo con la intención o el trasfondo que tiene esta fecha?; ¿Es esta la manera de demostrar interés por quienes han padecido el horror de la guerra?; ¿Tiene sentido montar toda una parafernalia para que las víctimas terminen hablándoles a una cantidad de sillas vacías?; ¿Si los jefes de las bacrim, guerrilla o narcotraficantes se les diera la oportunidad de hablar en el legislativo, los congresistas harían lo mismo o se quedarían escuchando?.

El país tuvo que ver la complacencia del legislativo en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez con los jefes del paramilitarismo en Colombia en el momento en que hablaron en la plenaria de Cámara y Senado, y estos muy felices no dudaron en aplaudirles un buen rato luego de escucharles juiciosamente, con lo que quedó demostrado del lado de quien estaba el Estado en ese entonces, como para que no se aprenda la lección y se no haya comenzado a corregir esa complacencia de la democracia nacional, con quienes han causado dolor, penas y desgracias.

En ese sentido, desde el papel que he venido desempeñando en la Sociedad Civil como Líder de las Víctimas y de Restitución de Tierras, invito al Estado en su conjunto a acompañar a las víctimas del conflicto el próximo 9 de abril, pero no haciendo presencia en actos de protocolo en el recinto de la plenaria de Senado y Cámara para luego de su intervención retirarse, sino poniéndole atención al llamado que desde los territorios se eleva para que cese la violencia que tanto daño nos causa.

Que durante ese día no solo se hagan presentes los congresistas, sino también el Presidente de la República con su Vicepresidente, el Fiscal General de la Nación, los magistrados de las altas cortes, el Procurador General de la Nación, Defensor del Pueblo, los directores de la Unidad de Víctimas y Restitución de Tierras. Es decir, el Estado como tal, prestándoles atención a quienes hemos cargado el paso de la violencia en nuestros hombres y que solo pedimos ser escuchados, no más.
Por lo anterior Señor Presidente Santos y señor ministro del Interior, les pido a ustedes que son quienes han demostrado compromiso con este tema, no permitan que un día que debe ser de total atención para con millones de colombianos, se siga convirtiendo en la oportunidad para que congresistas de la Unidad Nacional y de oposición, sigan demostrando que poco interés tienen por las víctimas del conflicto armado en Colombia.

Les recordamos que a las puertas del posconflicto, seremos nosotros quienes acogeremos a los desmovilizados en nuestras parcelas, fincas y territorios en general.
Presidente Santos, acompáñenos y salve usted ese día.

@ludispalencia

 

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