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Prioridades

José Fernando Isaza
29 de abril de 2021 - 03:00 a. m.

En Raglas, capital de Navid, se reúne el Consejo de Gobierno para definir las acciones tendientes a preservar las buenas costumbres y la salud de los habitantes del reino. En la sala, en lugar de café se sirve agua de valeriana. El heredero del trono dice: “Tenemos que combatir a cualquier costo la producción de sustancias que afecten la salud de los súbditos, estimulen las reuniones que puedan desestabilizar el reino o alienten prácticas que puedan incomodar a la Virgen, nuestra patrona. Si es necesario, recurriremos a la fuerza”. Los asistentes asienten, esbozan objetivos prioritarios y planean las medidas adecuadas.

Deciden fumigar los campos tabacaleros, pues el cigarrillo es un veneno que afecta la salud de las personas. La idea es recibida con entusiasmo. Al reconocer que la producción está en los campos de Virginia (EE. UU.), se sugiere exigirle a ese país que por cada hectárea fumigada de hoja de coca se fumigue una de tabaco.

Reconociendo lo perjudicial que es el consumo de alcohol, se debe atacar de raíz su producción. ¡A arrasar las siembras de caña!, gritan entusiasmados los asistentes. Se obtiene un beneficio adicional para la salud, ya que se ha demostrado que el excesivo consumo de azúcar es perjudicial y mata más personas que las guerras.

Con gestos de desaprobación se escucha la propuesta de atacar con misiles las fábricas de armas, a pesar de sus nocivos efectos en la salud y la vida. Igual suerte corre la propuesta de destruir los laboratorios que producen opiáceos; si bien son fundamentales para disminuir el dolor, su uso excesivo y sin control médico crea adictos y mata 20 veces más personas que la cocaína. Se hace notar que la mayoría de las casas matrices de esas empresas están en EE. UU. “¡Hay que ser audaces!”, exclama el heredero. Con beneplácito se oye la propuesta de fumigar los cafetales, porque no hay duda de que el café causa adicción y, lo más grave, estimula reuniones conspirativas contra la estabilidad del reino. ¿Por qué no pensar en envenenar el hato ganadero? Se tendrían los siguientes beneficios: reducir los daños en la salud por el consumo de carnes rojas y además el reino cumpliría más fácilmente las metas de reducción de gases de efecto invernadero.

Se escucha con dudas la propuesta de exterminar la porcicultura, pues el chicharrón y la grasa de cerdo matan más gente por el colesterol que las sobredosis de drogas. En ese momento interviene la condesa Rutilaba, diciendo que no solo hay que preservar la salud, también las sanas costumbres, pues nuestra Virgen y patrona rechaza el sexo que no esté orientado a la procreación y más si este se realiza fuera del matrimonio, así que acabar con las fábricas de anticonceptivos sería una muestra de amor a la madre de Dios y colabora con la solicitud de nuestro santo protector de aplazar el gustico.

Luego de una discusión, el heredero dice: “Si atacamos los medios de producción de estas dañinas sustancias, nos enfrentaremos a una gran oposición de los dueños, muchos de los cuales han sido generosos en donaciones al reino. Mucho mejor fumigar campos de hoja de coca, a sus campesinos y fuentes de agua, pues viven lejos de nuestros castillos y son apáticos en sostener la institucionalidad”.

¡Ajúa, general, que empiece la fumigación de la hoja de coca y sus cultivadores!

Nota. Con la excepción del azúcar, todos los productos anteriores han sido o son prohibidos en uno o varios países.

 

-(-)30 de abril de 2021 - 02:02 a. m.
Este comentario fue borrado.
luis(89686)30 de abril de 2021 - 01:59 a. m.
En la época de la prohibición en EEUU, en California destruyeron grandes plantaciones de manzanos para que no se produjera sidra bebida alcohólica.
Luis(14946)30 de abril de 2021 - 02:03 a. m.
Muy bueno,hace días alguien se imaginaba que se prohibían las árepas porque engordaban. Y entonces se fumigo el maíz, se combatió el trafico y la producción de árepas y obviamente surgió un cartel de la arepa dirigida por los nietos de don Pablo...
Jairoval(07497)30 de abril de 2021 - 01:45 a. m.
Muy buen artículo. Con algo de gracia logra evidenciar con claridad lo que ocurre en este país. No entiendo qué podrían refutarle, cuando se sabe que esa es la situación de este país.
Felipe(94028)29 de abril de 2021 - 11:34 p. m.
Ahora nos viene a contar que la cocina es un mal menor, que hay cosas mucho peores como el azúcar. Será cosa de fomentar su consumo y producir más. Vergonzoso artículo, parece escrito por encargo de traquetos, como si el narcotrafico fuese un chiste. Ni USA, ni el Parlamento Europeo van a legalizar la coca, dejen ya el embeleco.
  • Felipe(94028)30 de abril de 2021 - 11:12 p. m.
    Una cosa es admitir o tolerar el consumo de marihuana y otra legalizar la cocaína. Poner las dos drogas al mismo nivel es absurdo. El drama de Colombia no es la marihuana, es la cocaína y su legalización debiera ser simultánea en Colombia y al menos en USA y Europa, algo que no ocurrirá.
  • JAponte(ntulh)30 de abril de 2021 - 12:13 p. m.
    ja! en Colorado están las empresas de marihuana más grandes del mundo. Llevan años progresando; tanto que otros estados le siguen los pasos. La legalización seguirá su camino, duela a quien le duela https://www.nytimes.com/es/2019/07/02/espanol/marihuana-legal-colorado.html
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