A probar

Iván Mejía Álvarez
25 de marzo de 2018 - 03:00 a. m.

Cada convocatoria es lo mismo. El técnico en uso de sus facultades dictamina a quiénes debe llamar para los compromisos y el periodismo y la afición entran a discriminar algunos nombres. Es un juego reiterativo y hasta simpático. Se sabe bien que Pékerman tiene ya en su cabeza una lista de 20 jugadores intocables y que en cada llamado agrega unos nombres para echárselos de carnada a los polemistas, del público y de los medios.

Lo que llama la atención es que en París el técnico aceptó que es muy difícil darles juego a los nombres nuevos y que simplemente se les llama como para llenar el número de elegidos, poder hacer los partiditos de preparación y ocupar los cuartos de hotel y los cupos de avión que dan los organizadores. Y la verdad es que es mucho mejor que el hotel y las sillas sean para jugadores, así sean ilustres convidados de piedra, que para directivos. Ya se sabe la actitud camaleónica de la dirigencia, que donde ve un cuarto vacío o una silla libre acomoda sus posaderas para que no se pierda la costumbre de viajar y viaticar.

A esta altura, cuando faltan 85 días para que se inicie el Mundial, en la cabeza de Pékerman rondan dos o tres detalles para completar la nómina de elegidos a Rusia. Un tercer marcapunta, que puede salir de Lerma , Mojica o Medina. No lo excluyan, no crean que no haberlo convocado a esta gira significa que lo olvidó, es del riñón del técnico y sigue en carrera. Pékerman quiere que ese tercer jugador sea polifuncional y allí saca ventaja Lerma, porque también le puede jugar de volante de marca, su posición habitual en el Levante. El de menos probabilidades es Mojica.

Le queda por definir si lleva tres o cuatro delanteros a Rusia. Falcao es fijo. Entre Zapata, Borja y Bacca deben quedar dos. En Colombia la rotulación de los delanteros es diferente. En otros lados se habla de hombres en punta y atacantes por fuera. Acá solo se menciona como delantero al que juega dentro del área. Falcao es intocable. El más parecido a Radamel es Duván Zapata. El que le da prestaciones diferentes es Borja, quien se mueve bien a los costados, y el que tiene su puesto embolatado pero es de confianza, en las buenas y en las malas, es Bacca.

Muriel y Chará no pueden encasillarse como delanteros, son volantes de segunda línea por los costados. Contra Australia será la hora de las pruebas. Porque no solo están para ocupar cuartos de hotel y sillas de avión.

 

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