Propuesta de reactivación gremial

Eduardo Sarmiento
29 de julio de 2018 - 03:00 a. m.

El Consejo Gremial Nacional presentó un documento de sugerencias al Gobierno para reactivar la economía. Infortunadamente, las recomendaciones no están fundamentadas en un diagnóstico amplio que justifique las propuestas. En cierta forma se insiste en los lugares comunes.

En el documento gremial se recomienda bajar la tasa impositiva de las empresas a 28 %, aumentar la brecha entre el salario medio y el mínimo y mejorar el aprovechamiento de los TLC. Se sigue la misma línea de la administración anterior, que redujo la tasa impositiva a las empresas, ajustó el salario por debajo de la productividad y amplió las negociaciones de los TLC y los acentuó con el ingreso a la Alianza del Pacífico.

Sin hacerlo explícito, se está sugiriendo que el mal desempeño de la economía está en los altos impuestos, elevados salarios y baja competitividad externa, es decir, se trata de un típico problema de oferta. Se equivocan. Como lo he demostrado en forma reiterada, la caída de la economía se originó en un problema de demanda ocasionado por los desaciertos del Banco de la República para ajustar la caída de los precios del petróleo. El país lleva cuatro años con tasas de crecimiento de menos de 2 % y tasas de desempleo crecientes, cercanas a dos dígitos.

El desplome de los precios del petróleo aumentó el déficit en cuenta corriente y ocasionó un exceso de ahorro que no fue contrarrestado por la política monetaria y fiscal. La política monetaria de tasas de interés de referencia resultó infructuosa, porque no bajó significativamente la tasa de interés del crédito, ni el volumen del mismo, que es lo que cuenta al final. La política fiscal de ampliación del gasto financiado con la colocación de títulos TES se compensó con la reducción de la inversión. Así, el exceso de ahorro creado por la caída de los precios del petróleo no se corrigió sino se agravó. En consecuencia, la economía ópera con una deficiencia de demanda que mantiene estancada la producción y deprime el empleo y el salario.

Lo más preocupante es que el crecimiento sustentado en el desmonte a la tributación progresiva, la baja de salarios y el libre comercio es la continuación del modelo que se aplicó en los últimos 25 años con resultados deplorables. En la mayoría de los países disminuyó la participación del trabajo en el producto nacional y se incrementó el coeficiente de Gini. Colombia quedó relegada entre los cinco países más inequitativos del mundo.

Las propuestas de reactivación de la economía parten de la premisa que el deterioro se originó en un problema de oferta y pretenden resolverlo con la reducción de impuestos y salarios. No es cierto. La causa del retroceso es una contracción proveniente de los desaciertos del Banco de la República. La solución no puede ser otra que la sustitución de la autonomía monetaria por la coordinación fiscal y monetaria para reducir el exceso de ahorro y ampliar la liquidez de la economía.

El crecimiento económico con ampliación de las desigualdades es un contrasentido. Lo que se plantea es el modelo basado en el ahorro, la educación, la industrialización, la protección comercial y cambiaria, que aumente la participación del trabajo en el PIB y genere las transferencias fiscales que garanticen la inclusión del 40 % menos favorecido.

En fin, la propuesta del Consejo Gremial no reactiva mayormente la producción y deteriora la distribución del ingreso. La recuperación de las tasas de crecimiento históricas y la reducción de las desigualdades de la sociedad colombiana requieren cambios más de fondo en el modelo económico.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar