El caminante

Puntos de duda

Fernando Araújo Vélez
27 de abril de 2019 - 11:31 p. m.

Quiero guardar una larga variedad de puntos y aparte para usarlos cambiando de rumbo cada vez que el hastío me abrume, o cada vez que me encuentre con esos personajes que quieren que todos seamos iguales para que todo siga como siempre ha sido. Quiero poner a su lado un montón de comas, muchas comas de diversos tamaños y colores para darle a cada quien su debido espacio y su debida explicación, y sumarlos a todos en una infinita lista plagada de diferencias, porque es de lo diferente y de los diferentes que aprendemos, es de lo distinto que descubrimos y de lo que en realidad podemos conversar, y es lo diferente lo que nos sorprende.

Quiero reunir una interminable cantidad de puntos suspensivos para que me den siempre la sensación de que todo continúa, de que todos cambiamos, de que no hay metas sino caminos y de que por fortuna no existe la perfección, y poner a buen resguardo una multiplicadora de puntos seguidos para que entre punto y punto haya un verbo en tiempo presente y un sujeto que mire hacia el futuro aprendiendo del pasado. Quiero acumular signos de admiración, pero no para forzar mi admiración, sino para recordar que jamás debería dejar de admirar a aquel que se atreve a escribir un verso o una canción, y sobre todo, a aquel que no se vende, y a esos, mencionarlos con miles de signos de admiración.

Quiero construir una máquina de signos de interrogación para seguir haciéndome preguntas eternamente y dudar, dudar todos los días y a toda hora de lo que dicen los medios de comunicación por boca de los dueños del mundo, de lo que dicen los profesores, los padres, las autoridades, los críticos y los académicos. Quiero encontrar interrogantes de todas las formas y tamaños y en toda la gente con la que me cruzo, y que haya muchas preguntas y que algunas jamás tengan respuesta, precisamente para seguir dudando y seguir buscando. Quiero, en últimas, coleccionar algunos puntos finales y reteñirlos para ponérselos a todas las formas de totalitarismo, a la arbitrariedad, al facilismo y la comodidad, aunque solo sea en un texto. En este texto.

Fernando Araújo Vélez

Por Fernando Araújo Vélez

De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com

 

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