¿Qué hacer con y por Sucre?

Cristo García Tapia
13 de septiembre de 2018 - 05:00 a. m.

Sito en la parte central de la región Caribe, norte de Colombia, entre el río Cauca y el mar Caribe, Sucre, aunque es el departamento de Colombia en el que brilla más el sol, presenta un cuadro de pobreza por encima de la media nacional que contrasta con su luminosidad y fulgor.

Igual que calcinante es el contraste que se observa entre su precario desempeño económico y social y el potencial de sus abundantes factores de producción, tierras, ganados, recursos hídricos, energéticos, capital humano, hoy limitados en su productividad, uso, transformación y generación de demanda, empleo y riqueza, imprescindibles para coadyuvar de manera efectiva y expedita a reducir las agudas disparidades de orden social y humano que sitian e inmovilizan su desarrollo.

A la vez que las de crecimiento y desarrollo económico integral, a partir de la implementación de un modelo económico local que, teniendo como base los factores de producción que históricamente han sido la base sobre la cual ha subsistido el actual, sea capaz de embocarlo por las dinámicas de la transformación, innovación y productividad, que imponen las circunstancias insoslayables de nuevos factores de producción, la ciencia, la tecnología, la innovación, las economías alternativas derivadas de estas, las demandas y el consumo global en constante aumento.

Si queremos ser productivos y sostenibles en el tiempo como ganaderos y propietarios de tierras, por poner un ejemplo que dice de nuestro modelo agropecuario, las vacas y las fincas deben agregar valor a su inmutable producción de hace 200 años: el ternero y la leche cruda unos, y la tierra para pastos los otros, y ambos, desentendidos del valor agregado y la utilidad que derivarían si, en vez de mandar los novillos en camiones a Medellín y Barranquilla, y la leche en carrotanques a Barranquilla y Cartagena, desarrollaran la cadena productiva industrial de la carne y la leche en Sucre.

Y si de la tierra, factor básico de producción en Sucre, se trata, es imperativa la diversificación, cualificada y complementada con la tecnología, capital e innovación, de su uso y destino para el emprendimiento agrícola con valor agregado que se traduzca en la generación de mayor productividad, empleo y mercados, tanto nacionales como globales, al igual que cadenas productivas que tengan incidencias en sectores como el pecuario en general, acuicultura, pesca y avícola.

En tanto el área dedicada a la ganadería alcanza las 600.000 hectáreas, aproximadamente, solo el 10% del total de la superficie apta disponible para usos agrícolas, 62.000 hectáreas, aproximadamente, se destina a cultivos, arroz, maíz, yuca, plátano, banano común, frutas, hortalizas, verduras, legumbres y plantas medicinales y condimentarias, caña panelera, entre los de mayor producción y peso en la economía sucreña, conforme el último Censo Nacional Agropecuario y cifras, a 2014, del DANE.

En cuanto al recurso agua, para uso industrial y humano permanente, que garantice la viabilidad, implementación y sostenibilidad de un nuevo modelo económico y de desarrollo para Sucre, es el de más inmediata y factible solución, pues en nuestro territorio abunda, y el que no es de fácil obtención con nuestros vecinos Bolívar o Córdoba, al igual que el de la provisión de los recursos financieros necesarios para tal emprendimiento, mediante la articulación de APP, el apoyo del Gobierno Nacional y la participación de inversionistas locales y extranjeros.

¿Cuándo, cómo, con quién, con qué, por dónde, ucreños todos, empezamos esta imperativa travesía para encontrar nuestro destino de grandeza y desarrollo?

* Poeta.

@CristoGarciaTap

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