Que la paz no se muera en sus manos, presidente

Patricia Lara Salive
20 de abril de 2018 - 02:45 a. m.

Querido presidente:

Con todo respeto le ruego que no permita que esa paz por la que usted ha luchado tanto se haga trizas en sus manos. Y el riesgo de que ello ocurra es enorme, no sólo porque al marchar tan lentamente la ejecución de los acuerdos y el desarrollo de los proyectos productivos estará en riesgo la seguridad económica de los desmovilizados a partir del 30 de junio, cuando cesará la ayuda que les brinda el Estado, sino porque ahora, con la captura con fines de extradición de Jesús Santrich, muchos exmiembros de las Farc sienten que también está en riesgo su seguridad jurídica, que es la que más les importa.

Yo lo invito, presidente, a que piense por un momento en lo que puede ocurrir si Santrich, ese ideólogo de las Farc, tan cercano a Iván Márquez y tan querido por la mayoría de los desmovilizados, continúa en huelga de hambre, como ha dicho que lo hará (ya lleva 11 días en los cuales, hasta el martes, sólo había ingerido una mandarina) y se muere en La Picota, donde está recluido mientras se decide su extradición, solicitada por el gobierno de Trump en virtud de una acusación de la DEA sobre un delito que, según esa agencia, Santrich iba a cometer pero que, ni siquiera de acuerdo con la misma DEA, ha cometido… Si ello sucede, lo más probable es que la mayoría de quienes quedan en los campamentos y no se han ido aún a vivir del rebusque, asustados, frustrados y llenos de rabia, ingresen a las disidencias, armen otra guerrilla, o se acerquen al Eln y desbaraten la paz.

Y súmele a esa tragedia, presidente, el peso que caería sobre su conciencia y sobre su prestigio como Premio Nobel de Paz, si la paz de Colombia se vuelve trizas por habernos tragado enterito el cuento de la DEA y, después, se comprueba que, efectivamente, la acusación contra Santrich fue un montaje del gobierno de Trump, muy distinto del añorado gobierno de Obama que tanto apoyó los acuerdos… Usted sería el primero en no perdonárselo, presidente…

Como escribió Antonio Caballero, “tan importante como la CIA es la DEA; y tan propensa como aquella a burlar las leyes, no solo las de los países extranjeros en donde opera, sino las de los propios Estados Unidos. Una y otra utilizan a veces la intervención armada, pero el método más habitual para lograr sus triunfos es el llamado “entrapment”, el entrampamiento. Inducen a alguien a cometer un delito, y a continuación lo capturan, lo juzgan y lo condenan”.

En el caso de Santrich, ese delito ni siquiera se ha cometido aún…

En este país de abogados hay leyes e interpretaciones para todo… Por ello tiene que existir la posibilidad de que sea la Justicia Especial para la Paz la que evalúe las “pruebas” que contra Santrich, y contra todos los que se hayan sometido a su jurisdicción, presenten la DEA, la CIA o cualquier agencia extranjera, así el delito que se impute haya sido cometido después de la firma de los acuerdos.

¡Y si esa posibilidad no existe, hay que inventársela ya, antes de que se muera Santrich, presidente! No puede ser que la DEA, y la CIA y Trump y su combo presenten unas pruebas sin que la JEP, que tiene todo el respeto de los desmovilizados, sea la que las evalúe.

Y ¡ojo!, presidente. Llama la atención que por primera vez los países garantes, en su último comunicado, le piden sólo al Gobierno —ya no incluyen a las Farc—, que cumpla los acuerdos…

La paz está en sus manos, presidente… Y en usted seguimos confiando…

www.patricialarasalive.com

@patricialarasa

 

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