¿Qué pasó con el Ministerio de Ambiente?

Durante la campaña presidencial del gobierno actual se habló de crear el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS).

Para todos es claro que el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Ordenamiento Territorial ha priorizado el tema de la vivienda urbana y el ordenamiento territorial urbano, y que la gestión ambiental integral y el ordenamiento del espacio rural no han sido prioridades. Todos, incluido el presidente Santos, estamos de acuerdo en la necesidad de crear un poderoso MADS, y más cuando se habla de propulsar la actividad minera, de invertir en infraestructura y en desarrollo agropecuario. Estas tres actividades o “locomotoras”, por su propia dinámica, conllevan procesos de transformación en el uso del territorio, que deben hacerse con criterios ambientales y de sostenibilidad, si queremos evitar costos sociales y ambientales irreversibles. Las “locomotoras” están andando y el MADS está en veremos. Después de un año de gobierno, los ambientalistas aún esperamos la puesta en marcha de esta iniciativa.

Estamos observando casos como el de la cuenca del río Orinoco en los Llanos Orientales, que se está transformando rápidamente por la actividad de la agroindustria y las explotaciones petroleras, mientras se descuida su estructura ecológica principal. Por otro lado, con la crisis financiera internacional el oro está batiendo récord en precio y por eso el apetito de los mineros aumenta. Las concesiones para la explotación de este mineral requieren de una autoridad ambiental sólida que regule y supervise el tramite y seguimiento a las licencias ambientales. Se aprobó el Tratado de Libre Comercio con Canadá, potencia minera mundial, pero no se ha reforzado la gestión ambiental relacionada con este aspecto. Las “locomotoras” siguen su marcha y es indispensable que el ordenamiento ambiental territorial tome fuerza y oriente la política de población y uso del territorio.

Desde el primer borrador de las Bases del Plan Nacional de Desarrollo (2010-2014) y ahora en el documento aprobado en el capítulo de Lineamientos y Acciones Estratégicas, en la sección de Buen Gobierno para la gestión ambiental, se dice que para una gestión efectiva y articulada entre autoridades ambientales y los sectores productivos y entidades territoriales —entre ellas las CAR— se avanzará en crear el MADS para mejorar la gestión frente al cambio climático y hacer seguimiento de las agendas ambientales de los sectores que propulsan el desarrollo económico. ¿Cómo va la creación del nuevo MADS y su asignación presupuestal, y cómo está considerando el Gobierno los costos que estamos asumiendo por la demora y falta de posicionamiento de una autoridad ambiental nacional?

El país requiere una urgente respuesta. Entre más se demore la organización y el posicionamiento del MADS, mayores serán los costos sociales, económicos y ambientales. El desarrollo, si lo queremos hacer sostenible, no surge por las inercias del mercado: exige una concertada y decidida intervención desde el gobierno central. Por ahora podemos hablar de crecimiento acelerado, pero no de desarrollo sostenible.