Radiografía del silencio

Columna del lector
05 de febrero de 2018 - 02:00 a. m.

EL MALTRATO VA AVANZANDO poco a poco. Primero es una discusión aparentemente sin sentido, que se enfoca en un aspecto de tu inseguridad, usándola para justificar su argumento y el cual logra hacer que tú te sientas culpable, una y otra vez. Siempre eres tú la que está mal, la que está equivocada, la que hiciste algo para decepcionarlo, para embarrarla. Y entonces, un día, cuando te pega, ya llega sin sorpresa, porque otra vez logró hacerte sentir culpable, que te lo merecías y que te lo habías buscado; de hecho le crees, lo sientes, te sientes culpable. Te sientes mal por haber actuado de una forma que hiciera que él terminara alzándote la mano. —¡Pero que bruta! ¡No puedes volver a actuar así, porque ya sabes lo que viene entonces!—.

Un día logras librarte de él, del maltrato, de la violencia, y entonces ya no te preguntas “¿cómo pude hacer algo mal para que él me pegara?”, sino que te preguntas “¿cómo pude creerle que yo hice algo para que me pegara?”. Razonas y te dices a ti misma: “¡Soy inteligente! ¡Soy profesional (en algunos casos), incluso me considero una feminista! ¿Cómo pudo pasarme esto a mí?”. Es entonces cuando vienen los: “Nunca pensé que esto podía pasarme a mí”, “Nunca creí que podía terminar en una situación así, aceptándolo todo, ¡justificándolo!”.

Te respondo. No pasa de la noche a la mañana o de un día para otro. Pasa lentamente, perdiendo relaciones de familiares y amigos, uno a uno y de manera sutil. Alejándose poco a poco de todos, aislándose, hasta que el único que queda es ÉL.

¿Pero esto cómo puede ser si al primer mal síntoma el instinto es correr a metros en la dirección contraria? Si saliendo con un hombre que demuestre ser violento, grosero, o humillativo ¡uno se aleja!

Porque él es bueno al principio. Porque es un príncipe, porque es amable, es amoroso, se preocupa, es atento, con él te sientes hasta segura. No es que seamos estúpidas, o que se nos nubló la razón. Nosotras no nos enamoramos o decidimos salir con alguien que nos maltrate, que nos golpee. Nos enamoramos de alguien que nos hace reír, que nos hace sentir queridas, deseadas, amadas. Alguien que nos ve realmente, que nos bajaría la luna y nos ayudaría a conquistar el mundo. Y entonces lo bueno pesa más que lo malo... hasta que no.

En esta corta narración se puede responder a las preguntas que millones de mujeres víctimas de violencia por parte de su compañero sentimental se hacen a diario. Preguntas que la sociedad les hace una vez tienen la fuerza, la valentía, o la suerte de salir de esa situación.

Preguntas como: “¿por qué no lo dejaste antes?”, “¿cómo dejaste que eso pasara?”, “¿cómo dejaste que llegara tan lejos?”.

¡Pues ellos también son inteligentes! Te van quebrantando el alma y el espíritu poco a poco. Su blanco son tus inseguridades. Valerse y usarlas para que jueguen a su favor y en contra tuya, hasta que logran que pienses, que te creas de verdad que ellos tienen la razón y la equivocada eres tú.

@daniella_marren

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar