Razones Para Negociar

Andrés Escobar
31 de octubre de 2012 - 11:00 p. m.

Hay dos preguntas ampliamente discutidas a raíz del inicio de las negociaciones entre el Gobierno y las Farc.

Por una parte, qué hace a este proceso distinto de los anteriores que han fallado y, por otra, si esas diferencias incrementan la probabilidad de éxito del actual. Por supuesto, se puede contestar estas preguntas con argumentos políticos, pero no hay que olvidar que también hay móviles económicos detrás de la negociación.

El DANE publicó las cifras más recientes sobre la evolución de las fases agrícola e industrial del enclave de cultivos ilícitos en el país, que arrojan un panorama bastante claro sobre una de las principales fuentes de financiación de los grupos al margen de la ley en el país. Estas cifras, que obviamente pueden tener imprecisiones pero siguen metodologías internacionalmente sancionadas, muestran que el valor de la producción de cocaína en Colombia antes de ser exportada habría pasado de representar 1.9% del PIB en 2000 a tener un valor equivalente al 0,4% del PIB en 2011.

Otra fuente importante de ingresos para la guerrilla son los secuestros. Con base en información del Ministerio de Defensa, la ocurrencia de este flagelo habría pasado de 2.121 casos en 2003 a 305 casos en 2011, una caída de 86%. Incluso bajo el supuesto de que el valor promedio del rescate haya ido de la mano del crecimiento de la economía (probablemente haya crecido menos), la caída en ingresos por secuestros también ha sido dramática.

Por su parte, el Gobierno Nacional ha incrementado de forma considerable los recursos públicos destinados a defensa y seguridad. Siguiendo la metodología de medición diseñada por Planeación Nacional y el Ministerio de Defensa, entre el año 2000, momento en que se inició el proceso de fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, y el 2011, el gasto en este frente pasó de 3.1% a 3.6% del PIB.

Incluso reconociendo que las FARC tienen acceso a recursos diferentes a los provenientes del narcotráfico y el secuestro, es claro que el Estado tiene un tren de gasto que el grupo guerrillero no está pudiendo igualar. Esta puede ser una poderosa razón para negociar y un factor que aumenta las probabilidades de éxito de los diálogos que se están llevando a cabo.

andres.escobar@econceptaei.com

 

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