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Recuperar la confianza de los jóvenes por la democracia

Gonzalo Hernández
10 de noviembre de 2020 - 03:00 a. m.

La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos es refrescante en medio de la crisis económica y política que vive la humanidad. Empieza para él, Kamala Harris y para muchos otros líderes políticos del mundo la tarea de sanar las fragilidades de la democracia, aprovechadas por inescrupulosos para gobernar con discursos de desunión, odio y cargados de mentiras.

Para lograr el objetivo de salvar la democracia se tendrá que recuperar la confianza de los jóvenes por ella. El documento “Youth and Satisfaction with Democracy” (Juventud y satisfacción con la democracia), publicado hace unos días por el Bennett Institute de University of Cambridge, muestra una caída de la aprobación de la democracia por parte de los jóvenes y que el grado de satisfacción juvenil con esta forma de gobierno –calificada por Churchill como la peor excepto por todas las demás– es menor que la satisfacción expresada por los jóvenes de generaciones anteriores –Colombia, por cierto, hace parte del grupo de países con un aumento de esa insatisfacción intergeneracional por la democracia–.

Las razones detrás de la desaprobación creciente de la democracia en muchas partes del mundo son la exclusión económica (desempleo juvenil y desigualdad de la riqueza) y, en el caso particular de las economías en desarrollo, la “falta de memoria” de lo que representan los regímenes autoritarios. Es más fácil atacar la democracia cuando no se han vivido los abusos de las dictaduras, el totalitarismo y otras prácticas en las que se prometen cambios positivos radicales para la sociedad, que no se cumplen o que terminan en graves retrocesos sociales.

De hecho, un dato interesante del estudio al respecto es que la satisfacción por la democracia de los jóvenes (18 a 34 años de edad) aumenta en 16% cuando a estos sí les ha tocado presenciar el primer término de gobierno de un líder populista –sea de izquierda o de derecha–. En este punto, no se puede ceder al sofisma de que entonces lo que más le conviene al repunte de la democracia es el populismo. El efecto del populismo seguido por una mayor preferencia por la democracia es apenas algo temporal. El mensaje principal es que las sociedades tentadas por los cantos de sirena del populismo terminan arrepentidas.

Se acercan procesos electorales fundamentales para Colombia, en medio de una tragedia social exacerbada por la pandemia. Y algunos van a querer conducir la comprensible desilusión e indignación política y social de los jóvenes hacia la enemistad y la desunión nacional. Con una democracia en jaque por las tendencias globales, será clave un liderazgo político que ofrezca esperanza, con oportunidades serias y transformadoras de empleo y educación para que los jóvenes sean genuinamente incluidos en la construcción de la sociedad en la que todos aspiramos vivir.

La pobreza, la desigualdad y la exclusión son resultados inconsistentes con los de una verdadera democracia. Eso es cierto. También lo es que para tener un mejor país necesitamos más y mejor democracia, no menos.

Ph.D. en Economía, University of Massachusetts-Amherst. Profesor asociado de Economía y director de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana (http://www.javeriana.edu.co/blogs/gonzalohernandez/)

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Adrianus(87145)10 de noviembre de 2020 - 09:12 p. m.
Muy buena reflexión. Es necesario plantear políticas serias y realizables para acoger las demandas de los jóvenes, especialmente, que están atravesados por el escepticismo generado en gobiernos tradicionalmente indiferentes a sus sentirse, muy especialmente de parte del actual. Hay que convocamos, escucharlos y trabajar con ellos.
CESAR(jljnq)10 de noviembre de 2020 - 08:03 p. m.
interesante
Atenas(06773)10 de noviembre de 2020 - 04:52 p. m.
En efecto. Y un adalid de la democracia en tiempos recios, quien jamás nos hubo prometidos paraisos perdidos, mas sí nos evito caer en el infierno y la pesadilla de revoluciones sociales fallidas, como lo ha sido ALVARO URIBE, proseguirá ahí expectante de q' nada nos desvíe de esa senda.
Jorge(64359)10 de noviembre de 2020 - 10:21 a. m.
Mientras existan individuos de tan baja estatura ética como Uribe, Trump, Maduro, Ortega y otros tantos, nuestra juventud no tendrá la capacidad de superarse y crecer pues el mal ejemplo que dan estos sujetos cundirá y lesionará las bases de nuestra sociedad.
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