Construir democracia

Reflexiones y propuestas políticas contemporáneas

Hernando Roa Suárez
27 de agosto de 2019 - 08:15 a. m.

La política –como arte y como ciencia– es la más bella de las vocaciones y de las profesiones, cuando se ejercita éticamente.

Es muy grato compartir con el lector las reflexiones y propuestas emanadas de la conferencia del autor, expuestas en la Academia Colombiana de Jurisprudencia, el pasado 20 de agosto, sobre la política: arte y ciencia. La exposición hizo parte del Ciclo de Conferencias organizado por la Institución, con motivo de los 125 años de su fundación. Leamos cuidadosamente y realicemos un ejercicio de reflexión múltiple y comprensiva.

Reflexiones

1. Teniendo en cuenta la situación actual de la América Latina y en particular la complejidad de la situación suramericana y colombiana contemporánea (2019), se me presenta de una gran actualidad retomar -con precisión- la utilidad que tienen el manejo de la política como arte y  como ciencia.

 2. Es conveniente develar el debate vigente presentado entre la política y la antipolítica, evitando que -el empleo de la politiquería- desvirtúe el papel sustantivo que la política debe desempeñar en nuestros días: ser fuente de prácticas solidarias e instituciones democráticas participativas. ¿Cómo olvidar que somos seres sociales; y que como seres sociales, somos seres políticos; y que como seres políticos, estamos invitados a institucionalizar el derecho, la justicia y la paz?

3. Prescindir de la política es abrir las puertas a los regímenes de facto y dictatoriales, frente a los cuales los colombianos hemos sido reacios. Desde el punto de vista histórico y pedagógico, lo recomendable es que, desde la niñez, en los hogares y en los colegios, se dé formación política con el ejemplo y con prácticas democráticas que faciliten el aparecimiento, en la arena política, de ciudadanos con conciencia participativa. Y también, que en todas las facultades se abra la oportunidad de estudiar la política como arte y ciencia y facilitemos la eclosión de nuevos liderazgos. Ellos emergerán, especialmente, de nuestras universidades. Serán los nuevos profesionales, impulsores del bien común y de una visión solidaria de la existencia y del Estado, los que agencien proyectos comprometidos con el ejercicio de los derechos y la satisfacción de las necesidades fundamentales de la mayor parte de la población.

4. Tomar consciencia de la gravedad del momento político de nuestros días, y del papel protagónico que la civilidad debe tener en el país. La política, como arte y ciencia, está a la orden del día [1]. Hay que fortalecer el Estado [2] y desarrollar la democracia participativa; estar muy atentos al desarrollo del pensamiento de los sectores académicos, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales; hay que abrir la democracia con dimensión de profundidad. Y estar atentos a los populismos y caudillismos de todas las tendencias [3].

5. Para el futuro de la democracia colombiana se me presenta indispensable tomar las decisiones políticas que permitan la implementación del Acuerdo del Colón y la construcción de una paz estable y duradera (2016).

Complementemos las reflexiones anteriores con las siguientes propuestas.

Propuestas

1. Replantear el modelo de desarrollo vigente; y buscar modernizar el Estado –en pleno siglo XXI- implementando técnicamente los procesos de la descentralización, la regionalización, la planificación indicativa y la democratización.

2. Enfrentar los graves problemas generados por la crisis de la justicia, la expansión de la corrupción, los residuos guerrilleros y paramilitares, el narcotráfico, la delincuencia organizada, las bandas criminales y sus diversas combinaciones, con: el poder del Estado; de la política; la juridicidad; y los valores éticos actualizados.

3. Seguir utilizando todos los mecanismos al alcance del Estado de derecho para cristalizar el proceso de paz implementando el Acuerdo del Colón, fundados en la justicia social, según las condiciones específicas de Colombia, hoy (Agosto 2019).

4. Buscar puntos de consenso en torno a la verdad, la justicia, la reparación, la reconciliación y la no repetición en relación con las víctimas de los paramilitares, de los grupos guerrilleros, de las bandas criminales y de todos los actores participantes en el conflicto [4].

5. Trazar, desde los preceptos del Estado social de derecho, políticas de Estado que nos permitan garantizar, a todos los colombianos, los derechos fundamentales consagrados en la Constitución.

6. Consolidar y apoyar la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía, la Contraloría General y la Justicia Especial para la Paz, para que cumplan eficaz y eficientemente con sus responsabilidades constitucionales. Conviene replantear la estructuración y el papel de todas nuestras Cortes. Debilitar estas instituciones, también facilita el advenimiento de regímenes dictatoriales o semi-dictatoriales.

7. Replantear el proceso de la toma de decisiones en la Oficina del Presidente, como corresponde al desarrollo político y científico-tecnológico de un régimen presidencial, actualizado al siglo XXI.

8. Desarrollar la misión y la visión de la Escuela de Alto Gobierno de la Escuela de Administración Pública, institucionalizada para la formación cualificada de los más altos funcionarios del Estado y retomar el prestigio alcanzado hasta 1998 [5], gracias a 40 años de gestión administrativa, investigativa, innovativa, de inversiones y desarrollos históricos de nuestro Estado.

9. Complementar la política pública educativa, de tal manera, que facilite el surgimiento de nuevos líderes políticos, preparados para ser estadistas y trasformadores sociales que recuperen la importancia y respetabilidad de lo público.

10. Replantear los currículos y los programas del sistema educativo, para fortalecer la consciencia política de los colombianos sin distinciones de clase y estratos sociales. Hay que contribuir a crear un nuevo sentimiento ciudadano, profundizando en los postulados planteados en la Constitución del 91.  También, revisar el proceso de enseñanza-aprendizaje [6] en torno a la formación política desde la niñez, para formar nuevos sujetos políticos.

11. Destacar el papel fundamental que, para la construcción de la democracia participativa y la formación de un profundo sentimiento libertario, deben desempeñar los medios de comunicación. A través de ellos se deben crear espacios [7], especialmente en la radio y la televisión, para fortalecer el debate en torno al sistema político democrático: su historia, liderazgos, aciertos, limitaciones, posibilidades y la necesidad de su transformación.

12. Reformular el sistema tributario colombiano, teniendo en cuenta los enfoques neokeynesianos actuales, dirigidos a la redistribución del ingreso, a partir de 2020.

13. Propiciar la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas en forma actualizada y  dirigidas a la protección y el desarrollo de: la educación; la ciencia, la tecnología y la innovación; la vivienda; la salud; el derecho a la información y al medio ambiente, con enfoques de equidad y calidad.

14. Crear condiciones justas para la productividad y la equidad en el sector rural. La reforma del sistema de tenencia de la tierra en este sector, nos indica que es decisivo, si en verdad queremos buscarle salidas al conflicto; esta dimensión es vital para efectos de la reparación de las víctimas de la guerrilla, el narcotráfico y el paramilitarismo…; y

15. Dotar la Cancillería Colombiana y la Escuela Diplomática de Colombia de la infraestructura tecnológica y la capacidad tecnocrática, de tal manera, que les permita realizar sus funciones con la eficiencia y eficacia propias de la comunidad internacional contemporánea. 

Comentarios finales

No temamos a las crisis; ellas frecuentemente han facilitado la eclosión de pensadores de reflexión profunda, de teorías, de nuevas organizaciones y coaliciones políticas; y de novedosos liderazgos políticos y estadistas.

Y dos preguntas inquietantes: quienes no hemos sido responsables directos de las acciones violentas ¿qué responsabilidad tenemos frente a la magnitud de la inequidad existente en nuestra sociedad? ¿Cómo podemos comprometernos en la construcción de una sociedad justa (con estructuras que organicen la equidad ante el poder); pacífica (con ausencia de violencias abiertas, estructurales y culturales); libre (interrelacionada con todas las naciones y sin sometimiento a potencia mundial alguna); e insertada creativamente en el proceso de globalización con consciencia latinoamericana y con posibilidad de organizar un proceso de desarrollo sostenible? [8].

En vísperas del proceso electoral de octubre, estamos invitados a pensar y actuar en consecuencia.  

__________

Referencias

[1] Roa Suárez, Hernando. (2015). CONSTRUIR DEMOCRACIA. 45 AÑOS DE PERIODISMO DE OPINIÓN. Universidad Nacional – IEPRI; Universidad Javeriana – Instituto Pensar; Compensar… Grupo Editorial Ibáñez, Bogotá, pp. 17-31.

[2] Un Estado democrático contemporáneo (2019) debe ser moderno, ordenado, especializado, fortalecido, fiscalizado y eficiente. (Véase Osborne, David y Ted, Gaebler).

[3] Estúdiense en nuestros días los gobiernos y políticas de los Señores Presidentes: Trump, Bolsonaro y Maduro.

[4] Véase el prólogo de Fernando Carrillo al texto del autor: El liderazgo político. Análisis de casos. (2018). Academia Colombiana de Jurisprudencia, Procuraduría General de la Nación, Domopaz, Redunipaz. Grupo Editorial Ibáñez. Bogotá.

[5] No se olvide que en 1998, en Cartagena, en el Evento organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional, los directores iberoamericanos de los INAPS y ESAPS, solicitaron por unanimidad, al Estado colombiano que, a través de la ESAP de Colombia y su Escuela de Alto Gobierno, se asesoraran a las respectivas iberoamericanas... 

[6] Revísese del autor: “El liderazgo intelectual del Maestro”. En: Revista Innovación Educativa. Vol. 7, Núm. 36. Impresora y Encuadernadora Progreso. México D. F. 2007. pp. 68-72.

[7] Por ejemplo, Hora 20 de Caracol, Semana en vivo, NSN Noticias, y 59’’ de la tve.

[8] Entiendo por desarrollo sostenible el proceso social global (equitativo) que satisface los derechos fundamentales de la población; protege los recursos naturales, mediante el empleo de tecnologías limpias; no sacrifica las generaciones presentes y futuras; y facilita la construcción de una sociedad centrada en lo humano.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar