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Regulaciones absurdas

Indalecio Dangond B.
21 de septiembre de 2020 - 05:00 a. m.

Hace un mes denuncié en esta columna la disparatada idea de Oswaldo Arcos, representante a la Cámara por el partido Cambio Radical, de pretender prohibir a través de un acto legislativo las exportaciones de ganado en pie en Colombia. Hoy me toca advertir sobre otro absurdo proyecto de ley que pretende prohibir el uso de semillas genéticamente mejoradas en el país.

El autor de esta desatinada propuesta es Juan Carlos Losada, representante a la Cámara por el Partido Liberal. Lo asombroso de este trámite legislativo es que se está adelantando en la Comisión Primera, que nada tiene que ver con asuntos del sector agropecuario. Los temas de este sector son de absoluta competencia de la Comisión Quinta. La única relación que encuentro entre esa comisión y el trámite del acto legislativo es que es una reforma constitucional.

Tiene que estar uno bien desocupado y desorientado en sus funciones como legislador para sugerir cambiar la Constitución Política de Colombia con el propósito de prohibir el uso de biotecnologías implementadas con éxito en casi todos los países del mundo para reducir el uso de agroquímicos en los cultivos, aumentar los rendimientos por hectárea, reducir los costos de producción y aumentar la rentabilidad en los agronegocios de los productores del campo. Lo peor del cuento es que 22 de los 35 congresistas que integran la Comisión Primera votaron a favor de esta irracional iniciativa en primer debate.

El congresista ponente argumenta en sus debates que “los transgénicos son un invento de las grandes compañías para vender más plaguicidas, destruyen la biodiversidad y no son seguros para el consumo”. Nada más lejano de la realidad. Si esto fuera cierto, no se sembrarían anualmente más de 174 millones de hectáreas de estos cultivos en el mundo. Según cifras del ICA, en Colombia, en 20 años, sólo hemos podido sembrar 101.188 hectáreas entre maíz (88.268 ha), algodón (12.907 ha) y flores azules (12 ha).

Los cultivos genéticamente modificados, por el contrario, ayudan a los agricultores a optimizar el uso de plaguicidas, reduciendo el impacto ambiental asociado al uso de insecticidas y herbicidas. Según estudios científicos, el número de aplicaciones de insecticidas en el cultivo de algodón pasó de 11 aplicaciones en un cultivo convencional a 6 en un cultivo transgénico. Para el maíz la reducción es de 4 aplicaciones a 1. Ni que hablar de los beneficios en los rendimientos de los cultivos. En algodón y maíz, se han obtenido rendimientos por encima del 30% y el 17%, respectivamente, sobre cultivos convencionales.

Otro aspecto importante que ignora el congresista Losada es que Colombia ha suscrito más de 16 tratados de libre comercio con países donde se permite el uso de los cultivos transgénicos y sus productos terminan siendo consumidos acá y sin aranceles. Sólo en maíz amarillo y soya estamos importando unos 6 millones de toneladas anuales para producir más de 1,6 millones de toneladas de pollo y 13.000 millones de huevos.

Es absurdo prohibir el uso de semillas genéticamente modificadas en nuestro país y a la vez permitir la importación de materias primas y alimentos transgénicos producidos por los agricultores de otros países. ¿A quién le están haciendo esa vuelta?

* Consultor en crédito de fomento agroindustrial.

 

Julio(25062)21 de septiembre de 2020 - 10:19 p. m.
" Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que casi nadie sabe de estos temas .Ello constituye una fórmula segura para el desastre " . CARL SAGAN , en "La Rebelión de Atlas ".
carlos(33135)21 de septiembre de 2020 - 07:21 p. m.
"¿A quién le están haciendo esa vuelta?" Eso mismo le pregunto a Ud. señor columnista? A que intereses sirve Ud.?
  • Julio(25062)21 de septiembre de 2020 - 10:24 p. m.
    Los cultivos transgénicos se están convirtiendo en el nuevo colonialismo de los tiempos modernos. " Quien tiene tu pan tiene tu dignidad " . Proverbio islámico.
carlos(33135)21 de septiembre de 2020 - 07:21 p. m.
"¿A quién le están haciendo esa vuelta?" Eso mismo le pregunto a Ud. señor columnista? A que intereses sirve Ud.?
Atenas(06773)21 de septiembre de 2020 - 03:48 p. m.
¡Es de locos! Cómo no admitir el uso de grandes tecnologías en cualquier campo de la actividad humana. De Perogrullo es. Con razón, el Mineconomía de Chile, hace pocos dias se mofaba de estas economías del trópico q' estan sometidas a la sinrazón de nuestra psiquis. Los sajones dicen "donde crece el banano no hay civilizacion".
Manuel(6280)21 de septiembre de 2020 - 01:41 p. m.
Lo que se debería prohibir es la prohibición de sembrar semilla obtenida de los cultivos transgénicos propios; esa práctica somete a los cultivadores a condiciones infames. Y que Agrosavia, el antiguo programa de investigación agropecuaria del ICA, vuelva a producir variedades nacionales, como lo hacia con éxito el ICA, transgénicas o como sean.
  • Julio(25062)21 de septiembre de 2020 - 10:13 p. m.
    Acertado. La siembra de semillas transgénicas está prohibida en Europa por las razones que usted expone . Va de por medio la seguridad alimentaria de un país , pues se vería expuesto a que si el país productor de estas semillas- a la manera gringa- considera que el sembrador no es de sus preferencias políticas y/o militares pues no se las vende. Punto.
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