Sobre el alunizaje

Cartas de los lectores
25 de julio de 2019 - 05:00 a. m.

En el artículo publicado el sábado 20 de julio titulado “Así transmitieron para Colombia la llegada del hombre a la Luna”, encuentro algunas imprecisiones que considero necesario aclarar, a saber:

“Entre los lugares se encontraba un barco norteamericano que estaba anclado en la mitad del Pacífico y era el encargado de pasarle la transmisión a un barco venezolano, ubicado en el golfo de Maracaibo.

Las imágenes finalmente llegaban al cerro de Jurisdicciones, y de ahí al resto del país”.

Parecería pues que los hermanos Pinzón se subieron al cerro de Jurisdicciones y en un acto de magia electrónica captaron la señal del barco en cuestión y la difundieron al resto del país.

Esto fue lo que realmente sucedió: unos meses antes, no recuerdo cuántos, la NASA anunció que pondría a disposición, de manera gratuita, la señal de la llegada del hombre a la Luna. El problema entonces era que no teníamos las facilidades técnicas para captarla en Colombia.

Fernando Gómez, mi socio, y yo decidimos que no podíamos perder esta oportunidad y, en consecuencia, viajamos a la ciudad de Nueva York a consultarles a nuestros amigos, los directivos de la CBS qué podríamos hacer.

Casualmente, en el mismo hotel donde nos alojábamos se encontraban Peter Bottom y Hernán Pérez Belisario, directivos de Radio Caracas, quienes ya habían hecho algunas diligencias al respecto; decidimos entonces asociarnos y compartir los costos de la operación.

Se trataba de arrendar y adaptar una vieja antena parabólica de propiedad de ATT capaz de rastrear la señal del nuevo satélite geosincrónico Early Bird (Pájaro Madrugador) que para nuestros efectos solo podría captarse en el extremo norte de La Guajira, y que además pesaba 25 toneladas.

Con la ayuda de la Fuerza Aérea Venezolana, y en un tiempo récord, la transportamos y la instalamos en el lado venezolano de la península, para, a través de los servicios de CANTV (la Telecom venezolana de entonces), llevarla a la frontera con Colombia. Desde allí el punto más cercano para conectarla con nuestra red era el cerro de Jurisdicciones, desde donde, previa reversión de los transmisores de Inravisión, llevar la señal al resto del país.

Para poder efectuar la transmisión para la audiencia colombiana fue necesario instalar un estudio provisional en el mencionado cerro desde donde, como cuenta con cierto protagonismo Leopoldo Pinzón, se ambientó la emisión.

Fernando Restrepo.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

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