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Sobre el Polo y la Marcha Patriótica

Cartas de los lectores
22 de agosto de 2012 - 11:30 p. m.

Lisandro Duque es, para mi gusto, uno de los buenos columnistas del país. Aprecio en él la inteligencia, la claridad, el valor civil y el buen estilo. Pero en su columna del domingo 19 hizo afirmaciones que me incumben y adolecen de inexactitud. En consecuencia, debo hacer las siguientes aclaraciones:

1. No es cierto que yo haya expulsado a nadie del Polo. Mal podría hacerlo, pues no hago parte de sus directivas desde hace más de dos años y ni siquiera como observador asisto a las deliberaciones del Comité Ejecutivo, de cuyas decisiones me entero a través de los medios.

2. Leí el comunicado del Comité Ejecutivo Nacional del 9 de agosto en el que se informa que en vista de que el Partido Comunista resolvió hacer parte del movimiento denominado Marcha Patriótica, contraviniendo una decisión del PDA, juzga el CEN que los comunistas se han excluido del Polo por transgredir los estatutos e incurrir en doble militancia. Soy abogado pero no he tenido ocasión de estudiar los fundamentos jurídicos invocados. Mal pude entonces sugerir siquiera esa decisión.

3. El 28 de julio, al inaugurar el Foro Ideológico cuya coordinación me encomendó la dirección del partido hace más de año y medio, hablé por mi cuenta y riesgo, sin comprometer al Polo, del que no soy vocero, o a alguna de sus tendencias, pues a ninguna de ellas pertenezco.

4. No fungí como denunciante de nadie ni mucho menos de “informante”, como insinúa el columnista con inocultable dosis de insidia. Manifesté sin subterfugios y a título personal (debe existir grabación de mis palabras) mi preocupación porque un asunto que parecía superado, la soterrada defensa de la “combinación de todas las formas de lucha”, atribuida al Polo por sus adversarios externos y por quintacolumnistas que fungían hasta de dirigentes del partido, pudiera revivirse.

5. Dicha preocupación, hasta donde tengo conocimiento, no fue compartida por ninguno de los demás concurrentes al foro, o al menos nadie la hizo explícita, y no fue invocada por el Comité Ejecutivo Nacional para resolver lo que resolvió.

6. No fueron, pues, cálculos electorales, como sugiere Duque Naranjo en su columna (él mismo sabe que “eso no es lo mío”), los que me indujeron a decir lo que dije, sino motivos más hondos, relacionados con la viabilidad de un partido que considero necesario para construir democracia, y con la seguridad personal de sus militantes.

Carlos Gaviria Díaz. Bogotá.

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