Sobre pensiones y el Codigo de Policía

Sobre pensiones

En estos días, tanto el presidente de la Administradora Colombiana de Pensiones (Colpensiones), Mauricio Olivera, y Gloria Inés Cortés, directora Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (UGPP), han alertado que miles de empresas, especialmente medianas y pequeñas, no están haciendo los aportes que por ley deben hacer a pensiones, salud y riesgos laborales con el fin de ir construyendo el derecho que tienen todos los trabajadores a disfrutar en el futuro una digna pensión por vejez.

En tiempos del Instituto de los Seguros Sociales existía una dependencia que se encargaba de supervisar las empresas y verificar si efectivamente los empleadores cotizaban lo correspondiente al aporte mensual. Parece que Colpensiones está fallando en este aspecto, y el Ministerio de Trabajo debe coadyuvar directamente en esta urgente labor.

El país se está llenando de trabajos informales, donde los colombianos no aportan en seguridad social, y es menester organizarlos para que se afilien como independientes y coticen para una posible pensión hacia el futuro, que sea el soporte económico para ellos y sus familias.

La esperanza para los pensionados del mañana está en los afiliados jóvenes que trabajan y con esfuerzo hacen ese ahorro mensual, que al cabo de los años representa una posible pensión de vejez, de sobrevivientes o de invalidez, si desgraciadamente el trabajador se accidenta o adquiere, por su trabajo en la empresa o fábrica, una enfermedad profesional.

En este aspecto, el Ministerio de Trabajo debe extremar su vigilancia y hacer cumplir la ley a los empleadores, para que no expongan a sus trabajadores a desempeñar trabajos que impliquen riesgos laborales sin las debidas medidas de protección.

Si queremos una Colombia mejor y en paz, trabajemos desde ya haciendo los ajustes necesarios en las empresas existentes y futuras, con el objetivo de tener en lo porvenir muchos pensionados en el posconflicto.

Sobre el Código de Policía

¡Que Dios nos proteja! Antes de una actualización del Código de Policía debe existir un manual real y moderno de convivencia en la Policía, que sean más humanos y con más claridad en los derechos humanos de los ciudadanos.

Además debe existir una política de meritocracia para los ascensos, y no como actualmente se realizan y ha generado toda clase de denuncias públicas, y si pueden, con honestidad unos procedimientos de incorporación a la institución basados en pruebas académicas, sicotécnicas, éticas, de razonamiento y lógica, relaciones humanas, derechos humanos, para así evitar tanto bandido exigiendo justicia y nada de autoridad. Cuando una institución no transmite su esencia, es decir, autoridad y orden, ¡se convierte en un espantapájaros a donde van a defecar las aves de mal agüero!

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