Tanta pelea sin argumento

Felipe Jánica
08 de julio de 2019 - 05:00 a. m.

Según el administrador constitucional de la política monetaria colombiana, la meta de inflación del año es de 3%. Sin embargo, la inflación anual a mayo de 2019, según este administrador, es decir el banco central colombiano (Banco de la República), está en 3.31%. Es claro que la meta de inflación ha de ser revisada para controlarla y que no se salga de control. Lo que resulta paradójico es que se ha armado una serie de discusiones – a mi gusto oportunistas – en torno de este asunto que por el calibre del desface resulta bastante controversial.

Resulta interesante ver cómo este asunto de vital importancia para la estabilidad económica desata un sinnúmero de peleas. Si hacemos el parangón con una pelea de boxeo, los actores serían: en una esquina el ejecutivo y en la otra la oposición. El cuadrilátero sería las redes sociales. Claro que habría que decir que el cuadrilátero no cuenta con la mejor lona ni con el mejor encordado. La ausencia de soporte y el filtro casi nulo, le permite a los contrincantes casi que enfrentarse sin la ayuda de un árbitro.

Entrando en materia en esta pelea sin sentido en el que no se sabe quién es el retador ni quién es campeón reinante, podría decirse que se arman bandos que le apuestan a uno o al otro. Lo macondiano del asunto es que los que toman un bando u otro, parecieran caer presos de las ligerezas de los contrincantes. Todo esto ocurre cuando salen a relucir otros aditamentos a la eterna pelea, que repito es ausente de argumentos. Uno de esos aditamentos es la tasa de desempleo que sigue en franca subida. Pero luego de ver que los golpes que se lanzan los contrincantes al aire y que parecieran llegar a la humanidad del público (neófitos unos e impávidos otros), puedo inferir que los únicos ganadores serían los criticones, que además son esos que se aprovechan de la situación para recibir más adeptos o neófitos partidarios en esta época electoral.

La realidad de la discusión es que esta pela no tiene argumento. Si la inflación sube o baja y la tasa de desempleo le pasa lo mismo, poco es lo que se puede hacer por parte de los tres poderes del Estado. Es que si esto se tuviera claro entonces pelea no habría. Es que la política monetaria está siendo administrada por mandato constitucional por el Banco de la República. Las decisiones que tome la junta directiva del banco central colombiano se deberán ajustar a lo reglado por la política monetaria. Así las cosas, si la inflación sube, la junta bien tomará una decisión para ponerle freno de manos. Lo que normalmente hace, según lo dicta la política monetaria, es que se incremente la tasa de interés de intervención. La misma suerte podría ocurrir con la tasa desempleo, aunque en este tema existen argumentos cuantitativos y predictivos que permiten calcular la tasa ideal de desempleo y no generadora de inflación o viceversa.

Con este argumento se puede argumentar, valga el pleonasmo, que la pelea no tiene sentido y mucho menos la audiencia no tiene porqué tomar partido de un lado o del otro si los contrincantes no contralan el resultado. Ahora bien, la discusión es válida si los argumentos de los legisladores que han liderado gran parte de la discusión en contra del ejecutivo conducen a una nueva propuesta que contenga los argumentos científicos y que ellos sean de gran acogida en el Congreso. Si esto resulta así, estaremos al frente de una nueva discusión que podría ser aclamada para la formulación de nuevas alternativas para una economía, que en materia de inflación y desempleo camina mejor que muchas en la región. Amanecerá y veremos, dijo el ciego.

En Twitter @JnicaV.

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